Dólar barato obliga reducir 50% cultivos estratégicos

La caída de los precios de los commodities (productos básicos), debido a la devaluación de las divisas en Argentina y Brasil, repercutirá severamente el próximo año en el sector agrícola, que aglutina a los productores de maíz, sorgo, trigo y chía.

Los dirigente del sector vaticinan que la superficie sembrada, durante 2015, disminuirá hasta un 50% en esta esta gestión.

MAL AÑO

Reinaldo Díaz, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), comentó que los agricultores encararán la campaña de verano 2015-2016, con desincentivo e incertidumbre, y proyectó que exista una disminución en algunos cultivos hasta un 50% de las hectáreas sembradas; fruto de la caída  de los precios en el mercado interno e internacional, debido a las políticas cambiarias que aplicaron algunos países vecinos, que generó un incremento del contrabando en el país de productos como el maíz, trigo y la harina de trigo.

PROYECCIONES

“A comparación de las 100.000 hectáreas que los productores cultivaron durante la campaña de verano 2014-2015, las proyecciones para la próxima campaña de verano 2015-2016 señalan que este cultivo (maíz) se reducirá un 50% y similar situación ucurriría en los cultivos de trigo, sorgo y chía”, indicó Díaz.

PRECIOS

 Vicente Gutiérrez, presidente de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), explicó que la caída de los precios del maíz han sido afectados hasta un 50%, bajando de Bs 70 a Bs 35 el quintal.

Entretanto, Díaz añadió que una parecida situación acusan los agricultores de su sector, que vieron cómo se redujeron los valores comerciales entre un 35% y 50%, por cuanto existen desincentivos.

SOYA

“El precio de la soya se redujo 35%, pasando de su valor aproximadamente de $us 441 a $us 327 la tonelada. Entretanto, el año pasado, Emapa pagó $us 490 la tonelada de trigo y esta gestión canceló entre $us 240 y $us 220”, advirtió Díaz, quien cumple su segundo mandato discontinuo en la entidad cruceña.

BIOTECNOLOGÍAS

Está claro que para los agricultores bolivianos no les queda otra opción. Producir con biotecnología (semilla transgénica), si se quiere cumplir con la meta del millón de hectáreas anuales, hasta 2025, según propone el Gobierno Nacional. El agro cruceño ha aceptado el desafío y lo ha puesto en agenda, pero con el uso de biotecnología, dice un documento publicado en la web de la Asociación de Proveedores de Insumos Agrícolas (Apia) con sede en Santa Cruz.

DESVENTAJA

Los productores agrícolas en el departamento de Santa Cruz están produciendo con desventaja diversos cultivos, como el maíz, soya y en el caso del algodón el producto está en extinción.

IMPORTACIONES

Lo irónico del caso es que mientras no se permite el uso de la biotecnología agrícola en Bolivia, actualmente se importa de otros países como Brasil, Argentina, Chile y Perú, legal e ilegalmente, productos alimenticios transgénicos a precios más baratos que los nacionales, en tanto las autoridades callan y otorgan.

Hay que tomar en cuenta que el uso de semillas transgénicas posibilita encarar los efectos del cambio climático, por la incorporación de variedades resistentes a las sequías y lluvias intensas.

PRODUCTIVIDAD EN BOLIVIA

La referencia más evidente de la desventaja de Bolivia frente a sus vecinos es que, mientras Argentina produce un promedio de 3 toneladas de soya por hectárea y Brasil 2,8 usando transgénicos, Bolivia sólo produce algo más de 2 toneladas por hectárea sin biotecnología; en el caso del maíz Bolivia produce 3 toneladas por hectárea, con la biotecnología podría producir de 10 a 14 toneladas, señala la Asociación de Proveedores de Insumos Agrícolas (Apia).

INVESTIGACIÓN

Otra referencia es que en términos de investigación, mientras a Brasil le cuesta 1 o 2 millones de dólares incorporar una variedad transgénica resistente, como el frejol, en el rendimiento por hectárea, al Estado boliviano puede costarle 10 millones de dólares investigar cómo hacer algo similar por el medio tradicional científico, concluye el documento divulgado por la entidad privada.