Inauguraron comedor para niños y adolescentes sordos

El Gobierno Autónomo Municipal de El Alto y la fundación Jisunú inauguraron ayer un comedor para niños y adolescentes con discapacidad auditiva, además, en el lugar se ofrecerá formación gastronómica para que los beneficiados generen recursos económicos propios.

“Tenemos toda la predisposición de no sólo generar políticas públicas, normas o multas, sino, lo que buscamos es que haya un cambio de actitud en la población para que estas niñas y niños se incorporen con dignidad a la sociedad y eso depende de todos nosotros”, dijo la alcaldesa de El Alto, Soledad Chapetón.

Un horno y una cocina industrial, una licuadora, mesas y sillas plásticas, ollas, platos, vasos y cubiertos conforman parte de la donación a la Asociación de Madres de Familia de Adolescentes, Niñas y Niños Sordos (Amfnns) de El Alto.

“Cada uno de nosotros sabemos que no estamos libres de tener a un familiar, o nosotros mismos, con esta discapacidad, por eso es importante que podamos dar el hombro y posibilitar de que estas personas generen recursos económicos adicionales”, resaltó Chapetón.

FUNDACIÓN

Asimismo, el presidente de la fundación Jisunú, Samuel Doria Medina, explicó que se decidió apoyar financieramente en el proyecto para inaugurar el comedor, ya que de esta manera se atiende a uno de los sectores vulnerables de la urbe.

“El trabajo nos parece muy positivo porque no nos pidieron pescados para comer, nos pidieron cañas de pescar para que ellos mismos pesquen por mucho tiempo. Además, hemos visto que tienen muy buena organización para tener los resultados que esperan”, dijo el titular de la fundación Jisunú.

Doria Medina recordó que hace aproximadamente un mes se entregó equipamiento similar al Auqui Uta del Distrito 5, donde se posibilitó que cientos de adultos mayores de El Alto reciban alimento gratuito cada día.

MADRES

A su turno, la presidenta de la Amfnns, María Vargas, aseguró que la institución a la que representa gestionó desde hace dos años la donación de los menajes de cocina para habilitar su comedor, sin embargo, no recibieron la atención necesaria.

“Estamos agradecidos, porque ahora nosotras mismas vamos a enseñar a nuestros hijos e hijas a cocinar y ser meseros para que se pueda abrir espacios laborales aquí y no sean discriminados”, enfatizó.