Transporte público: detalles que no justifican la elevación de tarifas

En reuniones de autoridades municipales y dirigentes del auto transporte para tratar lo que se han propuesto solucionar, se cree que deberían partir de la reflexión que cita la Ley 453 de 4 de diciembre de 2013, que en su artículo 40, inc. c) dice: “Brindar atención sin discriminación, con respeto, calidez, cordialidad a las usuarias y los usuarios, las consumidoras y los consumidores”.

El reajuste de tarifas, eliminación de “trameajes”, recorridos incompletos y otros aspectos, guarda relación con quienes prestan el servicio y el vehículo que como medio de vida poseen ellos, trabajando en el área urbana de La Paz, que cuenta con un parque automotor público distribuido entre los barrios y las zonas de los macro distritos y que, definitivamente, muestra ciertas falencias.

1.- Calidez, respeto, cordialidad, como pide la Ley, no se reconoce en la actitud de los choferes (propietarios o contratados).

2.- De los vehículos de servicio público, de cualquier tipo, muchos están en mal estado

3.- El acceso a estos medios es motivo de sufrimiento, por asientos oficiosamente adaptados.

4.- Trufis, buses y mini buses siempre llevan más pasajeros de lo permitido, rebasando su máxima capacidad. En trufis hay el quinto pasajero, en minibuses están voceadores sin espacio, van parados, con música al gusto y volumen del conductor.

5.- Los recorridos son caprichosos y con total incumplimiento.

6.- No obstante tener un cartel de ruta, al quedar un solo pasajero, el chofer pregunta: ¿hasta dónde va?

7.- Puede haber un control de salida, pero visiblemente no hay control de arribo a parada programada o, supuestamente, punto final de ida o de vuelta.

Según datos del INE de 2014, el parque automotor, en el departamento La Paz, es de 358.055 vehículos, distribuidos en: particulares 328.197; PÚBLICOS 18.224; oficial 11.594; otros 40.

Los vehículos de servicio público (18.224) son: automóviles, camiones, camionetas, furgonetas, jeeps, microbuses, minibuses, motos, omnibuses, torpedos, tracto camiones, vagonetas, cuadratracks y en la proporción que las personas demandan el servicio en sus barrios de los macro distritos de Mallasa, Zona sur, San Antonio, Periférica, Max Paredes, Zona Centro, Cotahuma, clasificados dentro el cuadro URBANO, son los que ocasionan el conflicto y, por la forma de atención, permanentes protestas de los usuarios.

Lo que debe quedar bien definido, en pro del mejoramiento del servicio de transporte público, no solo es lo indicado arriba. También debe regularizarse la posición o condición de disciplina del usuario, al mismo tiempo que del que presta el servicio, que no siempre se sujeta a puntos concretos de parada, donde se entiende es de bajada y a su vez de subida que, siendo una normativa, se queda en teoría.

El servicio público de auto transporte mayormente está a cargo de los propios dueños, quienes justifican el mal estado de sus unidades alegando que la tarifa a la que se sujetan no les crea margen de ganancia para reemplazar partes y hacer un buen mantenimiento.

Definitivamente, la elevación de pasajes, por mucho que se trate de pocos centavos, no será para crear un fondo de mantenimiento para el mejoramiento del servicio, sino irremediablemente una carga económica adicional para el usuario, con repercusiones inmediatas en la elevación de precios de los productos de la canasta familiar.

Se trata de un estudio que conlleva muchos pros y más contras, por lo que es importante analizar el planteamiento del sector con la mayor prudencia, con posibilidades de encontrar la mejor solución entre las partes (gobiernos municipales, dirigentes del Autotransporte), para el beneficio mayor de los usuarios.