A partir de enero de 2016, cesa la restricción editorial, ante caducidad de derechos de autor, para el libro Mein Kampf (Mi Lucha), escrito por Adolfo Hitler. Los derechos de autor erróneamente estaban tutelados por el Estado Libre de Baviera (Bayern), por determinación de las fuerzas aliadas vencedoras. Es de mencionar que, según la ley sucesoria, estos derechos debieron haber decantado bajo el dominio de la hermana de Hitler.
Esta obra fue escrita en la prisión de Landesberg, donde Hitler estaba recluido entre 1.924 y 1925, se divide en dos vertientes fundamentales: la exposición de los principios del nacionalsocialismo, el antisemitismo y la superioridad del origen germánico, y los argumentos para la expansión territorial, desarrollando el culto a la fuerza.
Aunque quedan muchos ejemplares originales, ya comenzó la cuenta regresiva de este libro tabú, y no se podrá, aparentemente, impedir la próxima edición, que asumirá la característica de científica - histórica, debido a que es el instituto de Historia Contemporánea el encargado del análisis y comentario introductorio profundo de esta obra, con la necesaria objetividad y correspondencia a los hechos reales, y será una edición para la eternidad.
Existen muchos prolegómenos antes de la definitiva decisión final de edición, así, un presidente de Gobierno Bávaro (Seehoefer) amenazó con consecuencias legales al Instituto de Historia Contemporánea, si continuaban con el propósito de edición; pasado un tiempo el propio Seehoefer retiró su apelación prohibitiva. Muchos piensan que, antes de editar, se debería consultar a las víctimas del nacionalsocialismo, por la barbarie y la eclosión de racismo que generó ese régimen.
Los intelectuales israelitas piensan que Alemania vivió imperturbable 70 años sin ese libro y así debería continuar, sin embargo, el Instituto de Historia Contemporánea recibió 500,000 euros para la elaboración fundamentada y critica de la próxima edición y, el proyecto avanza a su fin, que es la edición sin restricciones para todo público.
Es indudable que para entender esta profunda polémica sobre un libro uno debe tratar de situarse en la sensibilidad de los pueblos directamente involucrados y en los efectos de una eclosión mundial que produjo una creación intelectual plasmada en un libro que, según sus secuaces de la época, se convertiría en el libro más exitoso y encumbraría a su autor como el mejor escritor, extremo que la historia confirma con su objetividad que no sucedió.
Sobresaliente es la actitud de los jóvenes alemanes que, con criterio maduro inobjetable, opinan que se libere la edición y quien quiera leerlo, sepa discernir entre lo ocurrido y la preservación, sea cual fuere su origen de la solidaridad entre los pueblos y una conciencia moral igualitaria. Se nota, como siempre, que la juventud sobrepuja a lo atávico y a las posiciones extremas y retrogradas, acción que impulsa a la creación de leyes modernas y acordes a la necesidad de los tiempos y a la tipología de los ilícitos.
En la generación actual y las próximas, se entiende, que habrá interés por la lectura de este libro, siempre con un propósito de conocimiento histórico que deja actuar al lector con su conciencia moral, imperturbable e incorruptible, que impide la influencia nociva y degradante de la condición humana.
El autor es abogado corporativo,
postgrado en Arbitraje y
Conciliación, catedrático.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
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