Macri mantendrá política gasífera

La revista Gas & Petróleo en su edición del 30 de noviembre pasado, afirma que el nuevo presidente seguirá la línea energética de su antecesor, pero con mayor aporte del sector privado. “Todo apunta a que seguirá directrices de la anterior gestión como el desarrollo de Vaca Muerta y el fortalecimiento de la petrolera estatal (YPF)”.

El ex ministro de Energía Álvaro Ríos advirtió una mayor propensión (del gobierno de Macri) a gestionar inversión privada en el sector y resolver el déficit energético, según la publicación. La hipótesis de Ríos, se sustenta porque el nuevo ministro argentino de Energía, Juan José Aranguren, proviene de una transnacional (Shell) y la visión que tiene sería de mayor apertura, reseña la publicación.

RELACIÓN BILATERAL

En el orden bilateral, Ríos vaticina que por la inclinación política de Macri, la relación con Bolivia “no será tan amistosa”. Para el analista, Hugo de la Fuente, citado por la revista, el contrato de compra y venta de gas existente entre ambas naciones, llevará a las partes a entendimientos. En esa misma dirección comentó, su colega Teófilo Caballero, quien no ve en el corto plazo mayores problemas con la nueva administración en el vecino país.

POLÍTICA CAMBIARIA

Los retos del nuevo Gobierno argentino, son principalmente de política cambiaria, de política fiscal y de política monetaria. En política cambiaria debe eliminar las restricciones a la salida de capitales y a los controles y restricciones sobre importaciones, señala Armando Méndez, ex presidente del Banco Central de Bolivia.

GASTO PÚBLICO

En cuanto a la política fiscal, según Méndez, el flamante presidente, Mauricio Macri, debe frenar la expansión del gasto público, el mismo que debe financiarse, en su parte deficitaria, con un financiamiento que no provenga de su banco central sino del crédito externo. “Si el Banco Central Argentino deja de financiar el déficit fiscal, se podrá contar con una política monetaria racional”, señala.

ENDEUDAMIENTO

Lograr recursos externos permitirá a Argentina contar con un nivel de reservas internacionales más adecuado. También debe hacer que la sociedad argentina recupere la confiabilidad en los datos estadísticos oficiales y debe llegar a un acuerdo con el “fondo buitre” que le ganó el juicio.