El primer eslabón de la industria petrolera es la exploración porque de ella depende el hallazgo de gas y petróleo, es la fase fundamental e indispensable del negocio petrolero.
Expertos en materia energética coinciden en afirmar que el costo de perforación de un pozo exploratorio es elevado y altamente riesgoso, por ejemplo perforar un pozo exploratorio de 4.500 a 5.500 metros de profundidad tiene un costo aproximado de 25 a 40 millones de dólares dependiendo de su ubicación, profundidad y de otros parámetros y en el contexto internacional estiman que de 10 pozos perforados, 9 resultan secos y uno exitoso.
Por el elevado costo de operación y el riesgo que conlleva la perforación de pozos exploratorios, la mayoría de los países prefieren NO arriesgar los recursos del Estado y dejar que las empresas petroleras transnacionales inviertan sus propios capitales de riesgo, esta actitud es la mejor opción, particularmente para los países pobres y subdesarrollados como el nuestro.
INCENTIVOS EN VIGENCIA
El Gobierno con la finalidad de incentivar la exploración en la búsqueda de petróleo emitió el Decreto Supremo No. 1.202 de fecha 18/4/2012 creando un incentivo para las empresas petroleras transnacionales de 40.29 dólares por barril de petróleo es decir 10.29 dólares en efectivo y 30 dólares en notas de crédito fiscal (NOCRES), o sea se estaría pagando 67.29 dólares por barril de petróleo (27 dólares precio congelado y 40.29 dólares incentivo).
Según la prensa nacional la ciudadanía está informada de que por concepto de incentivos las empresas transnacionales recibieron 73.32 millones de dólares desde el año 2010 a junio 2013 y por concepto de utilidades y de “costos recuperables” en los últimos 9 años recibieron la gigantesca y escalofriante suma de 11 mil millones de dólares (5.600 millones por costos recuperables y 5.400 millones de dólares por utilidades) (ED, 26/3/2015).
NUEVOS INCENTIVOS
El Gobierno por su afán de intensificar la exploración en la búsqueda de petróleo decidió crear un fondo de incentivos a favor de las petroleras transnacionales, que consiste en descontar el 12% del 32% del impuesto directo a los hidrocarburos (IDH), vulnerando de esta manera la Constitución Política del Estado y la soberanía económica de gobernaciones, municipios y universidades públicas, ocasionando perjuicios por la paralización de obras y proyectos en salud, educación, caminos, etc.
Hacer inversiones en exploración con recursos del impuesto directo a los hidrocarburos (IDH) significa arriesgar los dineros del Estado porque no existe certeza en la percepción de utilidades ni en el retorno del importe del 12% del IDH, es más probable perder que ganar.
Al concluir, el pago de incentivos con el impuesto directo a los hidrocarburos (IDH) es una medida desacertada e incongruente. Su ejecución provocará más dificultades que beneficios, es mejor prever antes que lamentar.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |