El papa Francisco abrió ayer la Puerta Santa de la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma, un rito que se enmarca dentro de los actos del “Año Santo Extraordinario de la Misericordia”, que comenzó el pasado martes.
El pontífice permaneció varios minutos rezando en silencio a los pies de la puerta y su apertura estuvo precedida por la fórmula “esta es la puerta del Señor, abridme las puertas de la justicia. Por tu grande misericordia entraré en tu casa, Señor”.
Esta es la segunda de las cuatro basílicas papales de Roma que abre su Puerta Santa.