Erradicar la discapacidad. Es la última orden dictada por el autodenominado Estado Islámico (EI) en las calles de Mosul, segunda ciudad de Irak. El cuerpo de clérigos encargados de interpretar la sharia (legislación islámica) ha promulgado una fatua (edicto religioso) en el que autoriza a sus militantes a “matar a los recién nacidos con síndrome de Down y malformaciones congénitas y a los menores de edad discapacitados”. La salvaje orden -promulgada por Abu Said Al Jazraui, el nombre de guerra de un juez de nacionalidad saudí- ya ha comenzado a aplicarse, asegura una página web de activistas que residen en la urbe y denuncian las fechorías del EI.
MÁS DE 30 CASOS
Según su testimonio -uno de los pocos relatos que ha sorteado el apagón informativo impuesto por la organización yihadista desde que ocupara la villa en junio de 2014-, la mayoría de bebés con discapacidad son fruto de las uniones de los combatientes extranjeros que habitan la zona con mujeres iraquíes, sirias y asiáticas. En los últimos días -agregan- se han registrado cerca de 38 casos de bebés de entre una semana y tres meses que han sido asesinados tras el diagnóstico médico. La asfixia o la inyección letal fueron los métodos empleados para arrancarles la vida. El decreto también ha sido puesto en práctica en otras zonas del califato en Siria e Irak.
No es la primera vez que los discapacitados se sitúan en el punto de mira de la organización que dirige Abu Bakr al Bagdadi. El pasado febrero el Comité de Derechos de la Infancia de la ONU alertó del uso de los niños discapacitados en acciones suicidas del EI y como escudos humanos. En un informe reciente, el organismo mostró su preocupación por el deterioro de las precarias condiciones de vida de unos menores acostumbrados ya a ser blanco de la discriminación y el estigma antes incluso que un tercio del país árabe cayera en manos de un grupo que ha impuesto una ultraconservadora interpretación del islam que justifica la expulsión de las minorías cristiana, yazidí o chií; el brutal asesinato de homosexuales o el rapto y la conversión en esclavas sexuales de la población femenina yazidí. (elmundo.es)