Karachipampa y otros temas mineros

FUNDICIÓN DE KARACHIPAMPA

Desde un principio la fundición de plomo-plata de Karachipampa estuvo mal concebida, porque primaron intereses económicos y políticos, que manejaron a las organizaciones sociales de Potosí, para que presionen por su instalación, pese al criterio contrario de varios profesionales. El DS 12.873 (Banzer, 18/09/75) autorizó a Comibol y ENAF a conformar una sociedad independiente para la instalación de plomo-plata, que a la postre resultó en la fundición de Karachipampa con una capacidad anual de tratamiento de 51.131 tons de concentrados con 47,36% Pb y 3.989 gpt Ag, vale decir 24.215 TMF de plomo.

En el período 1960-1964 (antes del DS 12.873) la producción anual promedio de plomo fue de 19.633 TMF. Como la minería boliviana está demasiado influida por los precios, con altibajos bajó a 17.118 TMF entre 1971 y 1999 y en el crítico período de precios entre 2000 y 2006 bajó a 10.209 TMF, vale decir nunca hubo suficientes concentrados de plomo, hasta la puesta en marcha de San Cristóbal en 2007. Por otra parte se forzó la viabilidad de la fundición considerando la recuperación de otros subproductos.

La planta se terminó de construir en 1984 y no funcionó por falta de concentrados. El incremento de precios y San Cristóbal subieron notablemente su producción y el Gobierno decidió poner en marcha la fundición, inaugurándola el 3 de enero de 2013. Desde un principio se presentaron problemas por el estado de algunos componentes de la fundición. Al presente continúa parada y en casi tres años funcionó solo algo de más de dos meses.

El horno Kivcet de problemas recurrentes es de tecnología atrasada y hasta se podría comprar uno nuevo, pero antes de hacer cualquier inversión hay que preguntarse: a) Dada la pequeña capacidad de la planta, ¿por la economía de escalas será rentable? Al respecto el especialista Simon Strauss decía (1987) que es “una planta demasiado pequeña para competir en los mercados mundiales”; b) Dada la tremenda bajada de precios de los metales y ante la posibilidad de cierre de varias operaciones (incluida San Cristóbal), ¿habrá suficiente provisión de concentrados en el futuro? No estaría bien tropezar de nuevo con las mismas piedras.

LEY 535. ARTÍCULO 148 (PARTICIPACIÓN ESTATAL EN LAS UTILIDADES)

Indica que en los contratos suscritos de asociación estatal, “las participaciones se acordará entre partes y en ningún caso la participación de la empresa estatal será inferior al 55% de las utilidades”.

Lo que significa que en áreas de Comibol ésta recibirá por lo menos el 55% de las utilidades. Si a ello se suman el 25% del Impuesto a la Utilidad de las Empresas y el 12,5% de su alícuota adicional y el pago de la Regalía Minera calculado sobre el valor de venta del contenido fino de mineral, actualmente con los precios bajos significaría una participación estatal en las utilidades (“government take”) del 90 al 100%. En estas condiciones es fácil prever que COMIBOL no firmará ni un solo contrato de este tipo con una empresa seria, que haga inversiones y minería como es debido.

El ahondamiento de la crisis minera y la necesidad de contar con nuevas operaciones mineras probablemente hagan que se modifique o elimine este artículo, que constituye un freno para atraer inversiones.

CÍRCULO VICIOSO DE PRECIOS Y PRODUCCIÓN DE METALES

Además de la desaceleración de la industria china, varios expertos han llegado a la conclusión que tiene una gran influencia en la fuerte disminución del precio de los metales, la excesiva producción que lleva a la acumulación de stocks. Los altos precios incentivaron las inversiones y la puesta en marcha de nuevas operaciones o el incremento de capacidad de otras.

Para hacer frente a los menores ingresos por los menores precios o en el caso de la minería también por la disminución de la ley de cabeza, varias empresas incrementaron la producción dando lugar así a un perjudicial círculo vicioso de precios y producción de metales. Ni siquiera el anuncio de Glencore de rebajar su producción anual de zinc en 500.000 toneladas hizo que mejorara su precio. En el caso boliviano la empresa San Cristóbal ha ido aumentando paulatinamente el tratamiento diario de minerales de zinc, plata y plomo de 40.000 toneladas a más de 50.000 toneladas.

Richard Wachman citando una publicación del Banco Macquarie de Australia (Mining Journal, 15/05/15), de algunos minerales que nos interesan, indica que pasarán de uno a tres años antes que se necesite más zinc y cobre, pero en dos años los precios podrían subir lo suficiente como para animar oferta adicional. Tomaría de tres a cinco años antes de que exista un requerimiento por más estaño, plata, oro y plomo. Macquarie indica que actualmente y en un período de tres a cinco años no se necesita proyectos, excepto en áreas específicas. Menos pesimistas pero todavía preocupantes son los informes de los bancos SSBC de Australia y VTB de Rusia.

Resumiendo, todo indica que la recuperación de los precios de metales no será a corto y tal vez ni a mediano plazo, a no ser que el impactante cierre de minas acelere a encontrar el equilibrio oferta/demanda.