Son amigos, hasta compañeros de habitación, pero ayer se salieron de sus casillas y el que llevó la peor parte fue el boliviano.
Uno le dijo “enano”, el otro le respondió “brasileño”… y así se desencadenó una pelea de pocos segundos, entre Fernando Marteli y Fredy Abastoflor, donde el que llevó la peor parte fue el jugador nacional.
El hecho ocurrió ayer por la mañana en Cochabamba Marteli y Freddy Abastoflor protagonizaron un pequeño altercado, según fuentes oficiales atigradas. Lo cierto es que se vio a Marteli sacado de sus cabales y a un Freddy Abastoflor con ganas de seguir peleando.
Todo comenzó en una jugada fuerte donde ambos disputan el balón con fuerza, después de la jugada ambos quedaron molestos y hubo un intercambio de palabras entre ambos. “Uno le dijo brasileño y el otro le respondió enano, de ahí se pelearon. Caballero, de repente observó Fernando Marteli agrediendo a Freddy Abastoflor, intentando dar patadas y puñetes ante un contrincante que intentaba escaparse. Los primeros en percatarse del altercado fueron Federico Pereyra y Alejandro Chumacero los cuales lograron agarrar a Marteli, en ese momento Abastoflor quiso seguir buscando pelea, hasta que apareció Peñarrieta junto a Ernesto Cristaldo, quienes lograron tranquilizar al jugador. Ambos fueron separados por sus compañeros y no pasó a mayores. “Es una pelea de entrenamiento, son dos jugadores que están calientes por no haber conseguido el objetivo grupal que teníamos, son compañeros de habitación así que igual esto ya pasó y ellos se hablaron al final, yo viví mucho de esto cuando jugaba al fútbol y esto pasa no es para extrañarse”, mencionó el técnico Pablo Caballero en medio de sonrisas, para explicar lo que sucedió.
Caballero expresó que lo que pasó con Marteli y Abastoflor son cosas que pueden pasar en el fútbol. Afirmó que no se deben dar seguido, pero que The Strongest es una familia y que el altercado quedó ahí. “A veces es importante un poquito de hacernos sentir, el jugador está con rabia por lo acontecido (en el campeonato). Pero no pasa nada, yo jugué al fútbol 17 años y la nariz que tengo es por haberme peleado con mis compañeros”, dijo el entrenador, poniendo paños fríos. Luego, el timonel paraguayo justificó que “este es un juego de contacto, ellos están en la misma habitación, ya estarán compartiendo un mate o un jugo y ya se pidieron disculpas “, añadió el estratega paraguayo.
Al final de la práctica ambos jugadores se pidieron disculpas y pudieron salir tranquilos de la práctica del gualdinegro; sus compañeros se metieron al bus y entre bromas pudieron sopesar el momento; el gualdinegro tuvo una mañana áspera que pudieron controlar en la interna.
Adrián Zalles
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