Referéndum revocatorio, ¿para qué? y ¿por qué?

A semanas de haberse realizado el referéndum del 21 de febrero, extrañamente han surgido rumores o comentarios sobre la posibilidad de un “referéndum revocatorio”, seguramente con la intención de buscar el reemplazo del actual equipo de gobierno empezando por el Primer Mandatario. Al respecto, el mismo Presidente de la República manifestó “no tener temor alguno a que se realice esa consulta porque está seguro del apoyo masivo tanto de su partido como de grupos campesinos”.

Un nuevo referéndum y esta vez que sea revocatorio, ¿qué finalidad tendría? La verdad es que no tendría objeto por varias razones: la primera, el mandato del Presidente concluye recién el año 2019 luego de haber sido elegido mediante elecciones generales y, si respetamos todos los bolivianos los dictados de la Constitución, no podemos desconocer lo hecho legal y legítimamente y hay que entender que el pueblo lo apoya y está decidido a que continúe su mandato.

Otra razón estaría en el campo del aspecto económico porque realizar un nuevo referéndum implicaría gastar, otra vez, muchos millones de dólares, dinero que bien podría ser utilizado para la realización de obras destinadas al bien común como son los casos de educación, salud y obras de infraestructura. Otra razón es que para la misma oposición, conformada por varias corrientes partidistas y para buena parte de la población, no tendría razón una nueva consulta, basados sobre todo en el hecho de que el proceso efectuado el 21 de febrero solo consultó el criterio de que si se quiere o no reformar un artículo de la Constitución y la respuesta fue terminante.

El Presidente y su gobierno lo que tienen que hacer es administrar debidamente el país, apartarse totalmente de posiciones populistas y chauvinistas que solamente dividen a la población, manejar honesta y responsablemente los dineros del Estado, observar políticas de austeridad y enfrentar la crisis con eficiencia, eficacia y conciencia de país. Tiene que reconocer, además, lo malo de su gestión de diez años, corregir los yerros y mejorar los aciertos. Lo importante: luchar contra la corrupción en todas sus formas y conseguir la unidad de los bolivianos en aras de que todos trabajen y actúen en consonancia con los intereses generales del país apartados de confrontaciones y “batallas verbales” absurdas que a nadie benefician.

El Presidente tiene que concluir debidamente su último período de gobierno y para ello debe actuar en consonancia con los intereses de todos los bolivianos, evitando los dispendios y teniendo en cuenta que los bienes del país son propiedad de todos y no de su partido, menos son patrimonio personal de nadie. Sería un absurdo pensar siquiera en un nuevo referéndum y mucho menos para cambios que no corresponden. La población con seguridad que piensa en que se continúe, pero cambiando conductas y actuando en consonancia con lo que conviene a la nación.