Juicios a la impostura perversa

El término impostor se aplica a la persona que suplanta a otra, que dice tener conocimientos, capacitación o cargos que no posee en la realidad. Se refiere a quien propaga mentiras o embustes para perjudicar a otra persona o a la comunidad donde habita. Es la persona que engaña con apariencia de verdad.

Con la imposición del socialismo Siglo XXI, varios países latinoamericanos durante las últimas décadas están soportando gobiernos compuestos por impostores con alta dosis de perversidad. Recientemente a nivel mundial medios de comunicación informan sobre acontecimientos sociales, económicos y políticos por los cuales viven azorados los pueblos de Venezuela, Brasil, Argentina, Cuba…

Como miembros de esa “ideología de sofistas” y sumisión revolucionaria, nuestros gobernantes no podían quedar rezagados ante semejante obligación contraída con sus socios de quimeras, razón por la cual también optaron por la “impostura” para todo tipo de actuaciones en función gubernamental y personal, que atañen al comportamiento del Estado, con serias afectaciones a la sociedad boliviana.

Alguien decía que la política es quizá la única profesión para la que no se considera necesaria una preparación humanista. Conscientes de sus propias condiciones, muchos de nuestros gobernantes tuvieron que recurrir a la impostura perversa en sus actos públicos y personales en perjuicio del pueblo boliviano.

Después de diez años de soportar a los actuales gobernantes, la comunidad se siente decepcionada e impotente, porque ha sido engañada con posturas innobles, metódicamente delineadas por palaciegos y foráneos expertos en el engaño.

Los embustes comienzan con la oferta de un cambio en la vida de los bolivianos, y según el decálogo del socialismo Siglo XXI, en su triste realidad de la lucha de ellos, los “buenos” y los otros los malos, destilando odio y venganza recurren a asesinatos y maltratos a mansalva, contra los que piensan diferente. Por este afán han derrochado y desplazado recursos económicos y humanos sin miramientos. Hasta el momento el objetivo no está concluido, en consecuencia, el ciudadano “camina con su testamento bajo el brazo”. Los gastos para este rubro aproximadamente son de 80 millones de dólares -incluyendo pasajes y viáticos de agentes y mercenarios cibernéticos-, como manifiesta un Ministro.

En época de bonanza, mofándose de los “gastos reservados” que usufructuaban los gobernantes de antaño, han creado los “fondos y bonos económicos”, en su mayoría ilegales y son destinados a quienes dan apoyo incondicional a las barbaridades cometidas por los actuales gobernantes. A este grupo que aproximadamente es de 1.5 millones de ciudadanos repartidos en todo el país, lo califican como del “voto duro” del MAS. En la época mencionada, para este rubro han derrochado aproximadamente 10.000 millones de dólares, incluyendo las exigencias extravagantes de los beneficiarios, como aviones, helicópteros, sedes sociales, coliseos, canchas, vehículos último modelo… Como se percibe, ha cambiado el slogan “pan y circo para el pueblo” por “pasteles y Asamblea Legislativa para el pueblo”.

Repito, impostores han prostituido los poderes del Estado, para que esa canallada sea camuflada, en todo el país. Han corrompido a muchos comunicadores sociales, no importando el medio de difusión en el que trabajen. En complicidad con la ATT, en casos necesarios, se adquirió medios de comunicación, utilizando “palos blancos”. Completando el ciclo de dominio comunicacional, el trabajo coordinado con el cuarto poder del Estado hace más efectivo el engaño total al pueblo.

El lector recordará las siguientes falacias:

1) El Mar para Bolivia será recuperado por el Presidente, para ello debe eternizarse en el poder, inclusive cuenta con el apoyo de la Santa Sede. 2) El Dakar es un logro sin parangón administrado por el gobierno, pero cuya finalidad es repartir cada año 9.000 toneladas de coca anualmente a todos los participantes, turistas extranjeros y nacionales. 3) La Ley Quiroga Santa Cruz es como un libro de matemática en manos del señor García Linera. 4) YPFB es la gallina de los huevos de oro, pero no el oro que se exporta desde diferentes regiones del país. 5) La energía nuclear solucionará todos los problemas del pueblo, especialmente en los campos de salud, educación y tecnología. 6) El tráfico de influencias no existe en ninguna licitación nacional o internacional adjudicada por el gobierno, en caso contrario los que incurren en esta “equivocación involuntaria”, por un corto tiempo deben ser protegidos en las cárceles para que se preparen para asumir cualquier destino paradisiaco. 7) El lavado de dinero de los narcos en Uyuni y Yacuiba con la compra de trigo es una falacia de la izquierda, porque los lavanderos verdaderos recaban credenciales en oficinas gubernamentales.

Según el texto del Lic. Diego Ayo sobre qué se hizo con la bonanza económica, los gastos hechos en esta pobre aventura alcanzan aproximadamente a 23.000 millones de dólares americanos.

Reciente, según versión del ministro blindado, como ya no tenemos bonanza, por culpa de los fenómenos Niña, Niño, Gabriela y los yanquis, se suprimirá los gastos superfluos.

A estas alturas, aunque supriman la angurria de mantenerse en el poder, lo único que les corresponde es un Juicio del Pueblo, para enviarlos a donde terminan los impostores perversos.

El autor es docente universitario.

alamamor2003@hotmail.com