Temas sobre la democracia

Latinoamérica se constituye en un escenario geográfico de países grandes y pequeños, con o sin deudas históricas. Con banderas y escudos diferentes. Algunos, en ese contexto, difieren con el idioma, pero los más hablan el español. Con una población de tez clara y oscura. Con gobernantes condescendientes o ruines, transigentes o testarudos, pero “bendecidos”, como bien sabemos, por la práctica democrática. Muchos de ellos profesan principios antimilitaristas. Neoliberales unos y antineoliberales otros. He ahí una región que cifra sus esperanzas en un futuro mejor.

La democracia, o sistema de libertades, fue restituida en el continente latinoamericano como resultado de heroicas luchas populares, matizadas con acciones de hostigamiento político, encarcelamientos, expatriaciones o asesinatos.

Los primeros gobernantes civiles, que reemplazaron a los uniformados que se encaramaron en el Poder devastando los Derechos Humanos, se inscribieron como Hernán Siles Zuazo, Raúl Alfonsín, José Sarney, Patricio Aylwin, Fernando Belaunde Terry, Angel Rodríguez y otros, que marcaron el curso de la historia democrática latinoamericana.

Empero el talón de Aquiles de la democracia latinoamericana parece que fuera el manejo discrecional de los recursos económicos públicos. Una actitud que envilece y tergiversa sus postulados y objetivos como la característica propia del Siglo XXI. No olvidemos que la democracia retornó el siglo pasado como una señal de amplitud y pluralismo político. En consecuencia superó la etapa de los gobiernos espurios. Pues anuló la mentalidad sojuzgadora de aquellos mandatarios de espada que se creían dueños de sus países.

Entonces volvieron los exiliados. La mayoría pobres y algunos con la salud quebrantada. Y en nuestro medio un líder de la izquierda nacional, y acá va el caso patético, no tenía un traje para jurar como dignatario de Estado. El pobre tuvo que recurrir al favor de sus amigos o compañeros de partido para lograr esa indumentaria. Gajes de la política. Con este signo adverso estuvieron marcados los demócratas del siglo pasado. He ahí una verdad incontrovertible.

Con estos hechos dolorosos resurgió la democracia latinoamericana. De ella hoy en día gozan y disfrutan las nuevas generaciones. Seguramente éstas tratarán de profundizar y perfeccionar sus objetivos políticos algún día. Pero que lo fundamental ya fue dado: la recuperación de la democracia de manos dictatoriales.

“Uno de los problemas más graves que afrontan las democracias, y que deben resolver para asegurar su supervivencia, es la acción que despliegan en su interior grupos políticos que aparentemente aceptan los procedimientos democráticos, pero que en el fondo pretenden imponer a la sociedad concepciones totalitarias, valiéndose precisamente de las facilidades que el sistema les proporciona“, afirmó el Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Andrés Allamand Zabala, de origen chileno.

Posiblemente estas acciones se evidencian con mayor fuerza en nuestros días.

En suma: no permitamos que la democracia se desvirtúe por caprichos de grupo o personales.