Oscar Espinosa García
Según anunció el presidente Evo Morales, el Gobierno contraerá un crédito por 7.500 millones de $US de la República Popular de China para la realización de proyectos de carreteras, tren y energía eléctrica. Este crédito será canalizado por el Banco de Importaciones y Exportaciones de China – Eximbank, con tasas de interés entre el 1 y el 4 % anuales. El empréstito no será tramitado “en bloque” sino “proyecto por proyecto”.
El crédito financiará tres megas carreteras hacia el norte, una conectará el norte de La Paz con Pando, a través de la carretera Charazani – Apolo – Tumupasa – Ixiamas – Chivé – Porvenir – Cobija. Otra unirá Trinidad con Guayaramerín en el Beni y la última las localidades de Santa Rosa de la Roca con Puerto Villazón. También financiará la línea férrea Motacusito – Mutún – Puerto Busch, la ampliación de la terminal aérea de Viru Viru, la central hidroeléctrica Rositas, el estadio para los Juegos Odesur en Cochabamba, la solución de los problemas en El Sillar y la doble vía Bombeo – Villa Tunari. Este artículo analizará los proyectos de las megas carreteras, el ferrocarril y la ampliación del aeropuerto de Viru Viru.
Desde el punto de vista de las tasas de interés el crédito es concesional, pero en la práctica resulta caro, porque se tiene que emplear insumos chinos y empresas chinas. Seguramente los contratos serán llave en mano, donde las empresas chinas estarán a cargo del diseño, construcción y puesta en marcha de los proyectos, lo que les permitirá poner el precio que más les convenga. En China hay excelentes empresas constructoras que hacen obras extraordinarias, pero a Bolivia vienen empresas como la CAMC.
Las carreteras se construye para llevar pasajeros y carga entre las ciudades y los centros poblados, que son los mayores generadores y atractores de carga. Por ello tenemos la red vial nacional dividida en tres redes: fundamental, departamental y municipal. La primera transporta los mayores volúmenes de tráfico y así la carretera que une las cuatro ciudades más grandes del país La Paz/El Alto, Cochabamba y Santa Cruz es la que lleva los mayores volúmenes de tráfico que se generan en el país. Las rutas No. 8 y 13 unen La Paz con Cobija pasando por ciudades como Caranavi, Rurrenabaque (San Buenaventura), Reyes, Santa Rosa, Puerto Rico y Porvenir.
La ruta No. 8 llega hasta Guayaramerín y de la localidad de Yucumo se desprende la ruta No. 9 que conecta con las ciudades de San Borja, San Ignacio de Moxos y Trinidad. La pavimentación de esta ruta solo ha avanzado 100 Km desde La Paz en 60 años. La carretera Charazani – Cobija del crédito chino vendría a constituir una carretera paralela a esta ruta, a ser construida a un costo muy elevado por un terreno que es (en una primera parte) sumamente montañoso, selvático y mayormente despoblado. Lo racional sería mejorar las rutas No. 8 y 13, lo cual ya se está realizando a través de varios proyectos. Por tanto no existe una razón para el proyecto del crédito chino.
Las características de diseño de una carretera (lo que determina su costo) se escoge de acuerdo con el tráfico proyectado para la carretera. Se tiene que construir una carretera pavimentada entre Trinidad y Guayaramerín, de acuerdo al tráfico que puedan generar estas dos ciudades. Esta carretera podría ser construida por empresas nacionales con un costo razonable y no hacerla a través del crédito chino con muy elevados costos. La carretera del crédito chino Santa Rosa de la Roca – Puerto Villazón une dos localidades en el Este de escaza población y atraviesa terreno totalmente despoblado. La pregunta es ¿para qué tráfico se va a construir esta carretera?
La construcción de un ferrocarril entre Motacusito y Puerto Busch es sumamente cara, porque la vía tiene que atravesar terreno inundadizo del Pantanal. Y también tiene que construirse un puerto en Puerto Busch en medio del Pantanal. Solamente se justificaría construir las dos obras, si se tiene (asegurado) un volumen elevado de transporte, digamos de 2.000.000 de Ton de hierro y sus productos del Mutún. Para cantidades pequeñas de transporte sirve ampliamente el Canal Tamengo, por donde se exporta la soya que se produce en Santa Cruz.
El Gobierno quiere convertir, con recursos del crédito chino, al aeropuerto internacional de Viru Viru de la ciudad de Santa Cruz en un “centro internacional de distribución de carga y pasajeros”. Esto se quiere lograr a través de la construcción de una pista paralela y tres terminales adicionales. El hecho de construir estas facilidades no significa que se vaya a incrementar el volumen de pasajeros y carga que usen el aeropuerto de Viru Viru. Se incrementará este volumen cuándo crezca la economía de Santa Cruz, que depende de otros factores.
El autor es ingeniero civil y docente de la UMSA.
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