Pobreza sigue siendo prioridad

Es perentorio que las autoridades, las instituciones y todo organismo público tengan la convicción de que la pobreza en el país sigue siendo una prioridad nacional. No se debería ignorar la información que existe al respecto y peor sería cerrar los ojos para no ver en las calles a gente que transita, cuya existencia transcurre, a todas luces, en medio de carencias, si acaso no en condiciones de miseria.

Pero la pobreza no sólo es visible en las urbes, cuando se va a las áreas rurales se podrá observar que buena parte de sus habitantes no ha salido todavía del atraso, que es el síndrome de la pobreza.

Más elocuente aún es el contraste entre riqueza y pobreza en los municipios que poseen megacampos de gas, que se los explota y cuyos ingresos se los administra dispendiosamente, cuando en esos mismos lugares la pobreza tiene indicadores fehacientes de que las necesidades básicas de sus pobladores están insatisfechas.

Al respecto, un estudio efectuado el año pasado por la Fundación Jubileo determinó que en seis municipios del departamento de Tarija, donde están situados los megacampos que producen gas natural y petróleo, sus pobladores siguen registrado niveles de pobreza alarmantes.

En efecto, los principales campos hidrocarburíferos en producción se encuentran próximos a los municipios de Entre Ríos, Bermejo, Carapari, Yacuiba y Villamontes. En atención a que el gas natural que se exporta representa el 50% de los ingresos externos que tiene el país, es inadmisible que sus poblaciones productoras sigan viviendo en la pobreza.

En este caso, se establece que el departamento de Tarija ha tenido y sigue teniendo pésima administración. Pues no se explica que tal fenómeno de pobreza persista en sus áreas, cuando es el que tiene ingresos más altos que el resto de los departamentos del país.

A manera de ser más específicos, corresponde apelar a las cifras. Jubileo expuso que Tarija, por ser el departamento que aporta con mayor producción al total nacional, es también el que recibe mayores beneficios en términos de ingresos por regalías. En 2014, la suma total que recibieron los ocho departamentos restantes del país era la mitad de lo que ingresaba al tesoro de Tarija.

Aquí va la ilustración numérica más precisa. En 2009, Tarija recibió por tal concepto 179 millones de dólares, mientras que los otros 8 departamentos reunían 110 millones. En 2010, recibió 252 millones, el resto 149 millones. En 2011, 328 millones y el resto 200 millones. En 2012, 444 millones y el resto 252 millones. En 213, 509 millones y el resto 331 millones y, en 2014, 508 millones y el resto 256.

De vuelta a lo que sucede en el país total, respecto a la pobreza. Un estudio oficial de 2014 llegó a la conclusión de que 3.585.617 personas, que viven en 184 municipios, de los 339 que tiene el territorio nacional, acceden muy precariamente a la alimentación, en tanto que la salud de 1.148.295 es altamente vulnerable.

El estudio de un organismo oficial indica que el 49 por ciento de los pobres del país es de niños, niñas y adolescentes. Están privados de los recursos materiales necesarios para sobrevivir en condiciones aceptables, lo que les impide disfrutar de sus derechos, alcanzar su pleno potencial y participar como miembros activos en el desarrollo de Bolivia.