Washington.- La muerte el miércoles en Baton Rouge (Luisiana) de un hombre negro a manos de policías blancos ha reabierto la herida racial en EEUU, con protestas que reclaman el fin de la violencia policial contra la comunidad afroamericana.
“Esto es un linchamiento legal. La justicia debe prevalecer”, afirmó ayer en su cuenta de Twitter el reverendo Jesse Jackson, icono del movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos durante la década de los años 50 y los 60 del siglo pasado.
De esta forma, Jackson se hizo eco de las protestas, la rabia y la indignación que han seguido a la muerte de Alton Sterling, un hombre negro de 37 años, padre de cuatro niños y que el miércoles sufrió un enfrentamiento con dos policías blancos, un suceso que será investigado por el Departamento de Justicia y el FBI.
“El Departamento de Justicia recolectará todos los hechos y evidencias disponibles para llevar a cabo una investigación imparcial, exhaustiva e imparcial”, dijo a Efe David Jacobs, uno de los portavoces del Departamento de Justicia. (EFE)