En un mensaje leído por su abogado, el exministro José Eduardo Cardozo, Dilma Rousseff cumplió con el procedimiento antes de que se active una nueva fase de su juicio político en el Senado, que puede definirse a fines de agosto.
La mandataria suspendida sostuvo que el juicio político fue un “chantaje” del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y una “convergencia” del grupo que responde al vicepresidente Michel Temer y “la oposición derrotada en las urnas en 2014”, en referencia al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del canciller José Serra.
“Soy víctima de una farsa jurídica y política”, sostuvo Rousseff.