La Dirección de Gestión y Control Ambiental (DGCA) de la Alcaldía de El Alto verificó ayer que los procesos sanitarios con los que operan al menos 30 mataderos no son los recomendables, situación agravada por la ausencia de registros industriales y ambientales.
"Este operativo lo estamos desarrollando junto a la Dirección Municipal de Recaudaciones, la Gobernación de La Paz y Epsas, porque hemos alertado que estas actividades económicas incurren en diversas faltas", explicó la directora de la DGCA, Ana Cachi.
Los controles fueron desplegados inicialmente en el Distrito 7, donde se identificó que es este sector en el que más proliferan los criaderos y mataderos de ganado porcino; sin embargo, la Alcaldía programará nuevos operativos en otras zonas.
"Lamentablemente, ninguno de estos matarifes tiene las condiciones aceptables para hacer este trabajo, no tienen licencias ambientales, es decir los deshechos los botan donde puedan causando un daño al medioambiente, tampoco pagan sus impuestos, adicionalmente, personal de Epsas ha encontrado conexiones clandestinas de agua", informó Cachi.
Los responsables de los mataderos improvisados, en su mayoría habilitados al interior de domicilios, fueron notificados para regularizar su situación en 72 horas, en caso de incumplir la disposición, las actividades serán clausuradas definitivamente.
En los matarifes a los que los funcionarios públicos no pudieron ingresar, debido a la negativa de los propietarios, además de las boletas de notificación, se dispusieron de adhesivos con el rótulo de "Contaminador", con los que se pretende llamar a la reflexión.
"Estos mataderos deberían contar por lo menos con una planta básica de tratamiento de aguas residuales, porque se ha visto que el agua y la misma sangre de los animales que son sacrificados son desembocadas a la calle", explicó el responsable de la Unidad de Prevención, Control y Monitoreo Ambiental del Municipio de El Alto, Julio Quisbert.
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