Punto aparte
La presidente de Chile, Michelle Bachelet, reiteró que no es obligación de su país negociar una salida al mar con Bolivia, de acuerdo con información periodística procedente de Santiago, en oportunidad de recibir de manos de su canciller, Heraldo Muñoz, el texto de la contramemoria que presentará su gobierno a la Corte Internacional de Justicia, en respuesta a la demanda que hizo Bolivia ante este órgano para recuperar su salida al mar.
A pesar de que la presidente Bachelet es una política de larga trayectoria, no es posible imaginar, menos aceptar, que considere que Chile pueda hablar de “obligación” respecto a la negociación que Bolivia le plantea para recuperar una salida soberana al océano Pacífico, después que en una guerra de conquista le arrebató 120.000 Km2 de su territorio, en 1879.
En caso de que estime como “obligación” tratar este asunto con Bolivia, puede decirse, entonces, que ella sigue siendo parte efectiva de esa usurpación, a la usanza de una guerrera pretoriana.
Sin embargo, es de considerar que solamente incurrió en un lapsus lingual al utilizar semejante término. Como conocedora que debe ser de la historia de su país, no puede ignorar que la vecindad no se la ejerce por medio de la violencia, sino del respeto y la amistad. Menos con la apropiación de lo ajeno, como hizo Chile en 1879.
En todo caso, a una persona corriente y con mayor razón a un gobernante, le atañe demostrar también que no ha perdido la racionalidad cuando se habla sobre una cuestión que, fundamentalmente, es moral y de fidelidad con la verdad. Pues, estos son los mayores atributos que poseen los seres humanos.
Cuando se está en el ejercicio del poder de una nación, no puede dejarse de cultivarlos, incluso debería darse el ejemplo de que los ejerce de forma permanente, solamente así se acredita la calidad personal que se tiene, en todas las instancias de la vida.
En cuanto al fondo de la cuestión, corresponde señalar que, más allá de una supuesta obligación, la presidente Bachelet puede mostrar sus virtudes personales en el tratamiento del caso boliviano. Si fuera así, entonces podía demostrar, en todo caso, que tiene predisposición para dialogar con Bolivia.
Más todavía, la señora Bachelet podría resolver una cuestión histórica que tiene pendiente su país, poniendo en juego toda su experiencia política y, al mismo tiempo, su capacidad de resolver problemas que, en este caso, tiene un insoslayable alcance internacional. En suma, ofrecer una lección de buena convivencia en América del Sur.
Algo más resulta pertinente anotar. En caso de que Chile resuelva el problema que tiene con Bolivia, no tendría necesidad de recurrir al armamentismo permanente. En estos días se conoció que invirtió 140 millones de dólares en la compra de más equipamiento armado.
Chile no tiene actualmente amenaza alguna de sufrir una agresión de sus vecinos, que aparte de Bolivia, son Argentina y Perú. En consecuencia, para qué seguir en esa alocada carrera absurda, gastando estérilmente tantos recursos, precisamente cuando confronta conflictos internos que demandan ser cubiertos financieramente por el Estado. De eso se trata el malestar que prevalece en Chile, en el sector de la educación.
Los estudiantes de secundaria y algunos de universidad desde hace años exigen que su formación estudiantil y académica deje de ser absolutamente privada. A raíz de ello, se producen verdaderos motines callejeros provocados por los jóvenes que sólo desean cierta gratuidad en sus estudios, pues consideran que su gobierno debería facilitar su formación, en vez de estar comprando armas con costos millonarios.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |