Los líderes de la OTAN culminaron ayer su cumbre en Varsovia con medidas dirigidas a combatir el terrorismo y las oleadas migratorias irregulares que desestabilizan su flanco sur, después de aprobar en la primera jornada su refuerzo en el este frente a una Rusia más agresiva, pero a la que no quieren aislar.
Los líderes decidieron ayer que la OTAN, que no participa como organización en la coalición internacional que combate al grupo terrorista del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, ponga a su disposición aviones de vigilancia Awacs para que compartan información.
También acordaron extender a Irak la formación que actualmente proporcionan a oficiales iraquíes en Jordania, impulsar un nuevo “centro de fusión” de inteligencia en Túnez.