El Presidente del Estado en la inauguración de un centro educativo expresó: “el gobierno debe tener control absoluto de los recursos naturales”, algo que nadie discute, especialmente cuando se trata de los estratégicos, pero otro es el caso del Pacto Fiscal tan necesario para una marcha armónica y sostenida del desarrollo nacional. Expresó el criterio: “Alcaldes que hacen gestión junto al Presidente, al gobierno, cualquier resultado es bienvenido, vamos a seguir trabajando. Alcaldes o gobernaciones que hacen oposición, tienen derecho, pero su pueblo pierde. Qué mejor que trabajar juntos para que haya resultados”.
Evidente es que el trabajo mancomunado entre el gobierno, las alcaldías y las gobernaciones es preferible a labores aisladas y, en muchos casos, sin posibilidad de concluir lo propuesto, hecho que ocurre cuando las instituciones que manejan o dirigen la economía de ciudades, provincias o departamentos no cuentan con los recursos necesarios porque el gobierno central estuvo ausente de toda planificación o intento de realizar trabajos importantes para el bien común. Es cierto también que no puede haber divorcio entre el gobierno, alcaldías y gobernaciones por el hecho de que sus protagonistas no estén afiliados al partido de gobierno o no estén íntimamente ligados a éste por lazos político-partidistas o intereses de cualquier tipo.
Tanto para el gobierno del país como para las propias gobernaciones y alcaldías, es importante que todo funcione bajo el principio de tener conciencia de país, sin distinciones políticas, de partido o de intereses personales o de grupo porque el interés general de la comunidad a la que se sirve debe sobreponerse a cualquier otro; de otro modo, querría decir que el partido está antes que el país o, peor, que el gobierno central integrado por miembros de un partido, tiene primacía sobre los intereses nacionales. En todo caso y situación el país está antes, mucho antes, que el partido o el gobierno porque es el país algo permanente e interminable porque en él están inmersos todos los habitantes del país sin distinción alguna, en él está representado el Estado que es lo más importante.
El Estado o el país no tienen límites de tiempo; en cambio, el gobierno por largo tiempo que esté en el poder, tiene límites de existencia y vida a cargo del país. Que el gobierno, en nombre del Estado, tiene tuición sobre todos los bienes naturales de una nación, es evidente; pero, en todo caso, esa propiedad o condición o factor lo hacen responsable y esa responsabilidad exige que el accionar de un gobierno esté ligado íntimamente al cumplimiento de la Constitución y las leyes en la marcha, desarrollo y progreso del país que, además, tiene como complemento irremplazable a las gobernaciones y alcaldías nacionales que son, de una u otra manera, ligamentos o desprendimientos del gobierno que tiene a su cargo los destinos de la nación.
Es, pues, importante, el reconocimiento pleno a gobernaciones y alcaldías que no estén ligadas al gobierno, sin discriminaciones, porque son instituciones merecedoras de toda consideración.
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