Javier López Soria
Día que pasa se ve cada vez menor producción de frutas, café y cacao procedente de los Yungas de La Paz y zonas como Caranavi. Este problema se viene sustentando día que pasa por efecto de la mayor presencia de mayores superficies de cultivo de coca, las mismas que están desplazando a los cultivos tradicionales de los Yungas y tierras bajas. No es que no existan los árboles de cítricos o las plantas de café, el problema es que estos productos han perdido valor económico en relación con el valor de la coca. Debemos indicar que hace diez años un taque de coca (cincuenta libras) tenía un valor en el mercado de aproximadamente 250 bolivianos, en la actualidad ese mismo taque tiene un valor entre 1.300 y 1.700 bolivianos; además sabemos que se puede obtener en los Yungas de La Paz hasta tres cosechas por año. El valor de la mano de obra o cosechadores de coca ha subido de 30 Bs. a 150 por día y si es un buen cosechador su paga por día puede llegar a 250 Bs.
La asistencia técnica para los agricultores yungueños ha desaparecido, por ejemplo ya no existen viveros frutales que ofrezcan plantas injertadas de cítricos, así como asistencia técnica para control de enfermedades, porque han desaparecido los viveros y técnicos que antes tenía el Ministerio de Agricultura en cada pueblo principal de los Yungas.
Hoy nos abastecemos principalmente de fruta tropical que viene del Perú, como mandarina, papaya, chirimoya, palto y otros más, productos de excelente condición y relativamente con buenos precios.
El gobierno resalta que la baja producción se debe al cambio climático, pero la verdad es que se debe a la amplia producción de coca, no solo en las áreas tradicionales productoras de coca de los Yungas; la misma que en los últimos años se ha ampliado en lugares como La Asunta, Caranavi, Palos Blancos, Apolo y otras poblaciones que antes no cultivaban coca. Hoy ya son centros reconocidos de producción de coca, como Caranavi con más de tres mil hectáreas.
No es posible aplicar nuevas tecnologías para mejorar el nivel de producción de cítricos, bananos, papaya, arroz, café, cacao y otros productos tropicales porque los agricultores prefieren plantar coca, producto altamente comercial y económico, pero no sirven para alimentar a la población.
Por esta razón debemos perder la esperanza de tener una buena producción de café y cítricos (naranjas, limas y mandarinas) de las tierras yungueñas y contentarnos con los que vienen del exterior.
El autor es Ing. MSc.
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