[Armando Mariaca]

Menos ingresos, deuda externa, narcotráfico y déficit fiscal


Cuatro aspectos de nuestra vida económica son causa de preocupación del gobierno, de las instituciones, y de la colectividad en general; preocupación que, en buena medida, debería ser también de quienes figuran o militan en el sector opositor al régimen. Son una especie de “caballos del Apocalipsis” que atacaron a nuestro vida económica luego del tiempo de las llamadas “vacas gordas” que le correspondió vivir al país: menores ingresos tanto por la no producción y su consecuencia de menores exportaciones, una deuda externa que tiende a crecer, un déficit fiscal que crece imparablemente y, el más grave, el narcotráfico.

En niveles gubernamentales se sostiene que estamos bien, que el país cuenta con reservas que le permiten hacer frente a cualquier eventualidad, que nuestra economía está “blindada” (sin explicarse en qué consiste dicho blindaje); que tenemos un techo para endeudarnos mucho; que los déficits son comunes y corrientes en cualquier país y, finalmente, que los “éxitos logrados contra el narcotráfico son muy buenos”; en fin, parece que vivimos tiempos de lindezas que jamás habíamos tenido.

Por principio, habría que tener la seguridad de que el gobierno tiene conciencia de los problemas que se enfrentan porque, para empezar: la producción de gas tiende a declinar gravemente porque los campos San Alberto y Margarita prácticamente han sido exprimidos en alto grado porque las empresas extranjeras no han realizado inversiones para nuevos campos y, si han invertido es solamente para sacar más gas de pozos de mucha antigüedad hasta el extremo de disminuir notablemente su existencia. De seguir como está la explotación de gas y de los mismos campos, corremos el riesgo de quedarnos sin el energético a muy corto plazo.

Los déficits fiscales no sólo están asentados en los libros, son realidades que se viven y que, más temprano que tarde, habrá que pagarlos porque se trata de endeudamientos que se tiene con el propio país y que son efecto de gastos dispendiosos y de no haberse observado austeridad, todo ello deriva forzosamente de que se gastó más de lo debido y al no haber alcanzado lo presupuestado se recurrió a dineros destinados a otros rubros y el resultante general fueron los déficits. La deuda externa es un grave peso sobre el país porque, aunque haya “un techo seguro” es siempre preferible no endeudarse más, mucho menos si se prefiere hacerlo con entidades financieras privadas evitando hacerlo con el Banco Mundial, la CAF, el BID o el FMI que cobran menos intereses y los plazos son mayores para el pago respectivo. En síntesis, no debemos gastar más de lo que tenemos y endeudarse es crear nuevas cargas al país al margen de comprometer pago de intereses que, así sean bajos, son onerosos.

La mayor preocupación que tenemos: excesos en los cultivos de coca, mayor fabricación de pasta base o “crack” y cocaína cristalizada y su mayor comercialización y, lo extremadamente preocupante, mayor consumo por parte de nuestra niñez y juventud. Que se ha logrado éxitos con el trabajo de la FELCN, es cierto y es plausible lo realizado; pero, no es suficiente porque por kilo de cocaína que se decomisa, las múltiples “fábricas” producen diez o veinte kilos; por cada kilo que se intercepta, salen 20 o más kilos por nuestras fronteras; por cada hectárea que se destina a producir alimentos, se cultivan diez o más hectáreas para la coca. Así, ¿podemos contar con derrotar prontamente al narcotráfico? ¿Podemos estar seguros de que países como Brasil y Argentina acepten de buenas a primeras soportar el tráfico de drogas que seguramente incluye la peruana que no tiene modo de salir de su territorio y utiliza el nuestro? ¿Podemos estar seguros de que tan sólo con anuncios sobre erradicación, labores de interdicción y promesas de menor producción, habremos disminuido la oferta del letal producto?

Son cuatro males que afectan al país, cuatro graves peligros que tienden a incrementarse, cuatro males que adquieren mayores proporciones cuanto menos se haga por erradicarlos o, por lo menos, reducirlos radicalmente a un mínimo que no signifiquen tanto problema y angustia. Si a todo esto se agrega el caso del contrabando, la corrupción y los bloqueos a la producción y desarrollo del país, tres grandes males que hay que suprimir, el problema nacional se agrava en el día a día por esfuerzos y dedicación que desplieguen las autoridades y de cuya buena fe no se puede dudar porque habría que pensar siempre en que debe existir en ellas el espíritu y coraje para conocer y evitar males que complotan contra el pueblo y, además, de una u otra manera, desestabilizan al propio gobierno.

Todo lo dicho no son fantasías ni exageraciones, son realidades vividas que, si se quiere, pueden combatirse para que, conjuntamente la misma oposición, el empresariado privado, las organizaciones sociales y el pueblo, puedan encararse y superar; de otro modo, todo se agigantará hasta límites imprevisibles.

TITULARES

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (781 Kb)      |       PDF (362 Kb)



Caricatura


Sociales

RESTAURANT WEEK EN SU VI VERSIÓN

Sergio López, gerente Comercial de Delizia, Diego Sarmiento, gerente Marca Huari; Valeria Adriázola, organizadora de Restaurant Week; Javier Fernández, CEO de Andrean Valley; Salomón Chalán, gerente Marketing Hipermaxi, y Andrea Urquidi, gerente Marketing a.i. del Banco Mercantil Santa Cruz.

COCA COLA VIBRÓ JUNTO A LA SELECCIÓN

Miguel Salazar, jefe de Ventas; María Renée Ayoroa, Adm. Cuentas, y Gerardo Prudencio., gerente Comercial de Embol, respectivamente.