El 11 de septiembre de 2001, entre los escombros, tres bomberos levantaron un mástil e izaron una bandera estadounidense protagonizando así una imagen simbólica, que evocaba aquella otra la batalla de Iwo Jima, 60 años atrás, que inspiró una película de Clint Eastwood (Bandera de nuestros padres, 2006). La tela, que se extravió, ha sido encontrada y lucirá a partir de ahora en el museo homenaje a las víctimas del 11-S en el sur de Manhattan.
El hallazgo de la bandera tiene lugar después de años de confusión sobre su paradero. Convertida ya en una pieza icónica del atentado, por esa fotografía que simbolizaba la resistencia de Nueva York, Estados Unidos. La bandera del 11-S fue homenajeada en distintos lugares.