Hay expresiones que, por lo desacertadas e injustas, pierden todo valor y dejan dudas y susceptibilidades. Una de esas frases es la expresada por el Presidente de la República el pasado 20 de octubre con motivo de la entrega de la Casa de Justicia de El Alto: “Cuando la derecha pide permanentemente independencia de los Poderes del Estado, pienso que quiere descuartizar todas las estructuras del Estado”, refiriéndose a lo que establece la Constitución Política del Estado en su artículo 12 y que él prometió respetar y hacer cumplir y respetar sobre la vigencia de los cuatro Poderes del Estado.
Dicho artículo señala: “I.- El Estado se organiza y estructura su poder público a través de los órganos Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral. La organización del Estado está fundamentada en la independencia, separación, coordinación y cooperación de estos órganos. III.- Las funciones de los órganos públicos no pueden ser reunidas en un solo órgano ni son delegables entre sí”. Es pues, clara, terminante y definitiva la Constitución Política y nadie, por poder que tenga, puede incumplirla o tergiversarla o manipularla.
Por principio hay que tener en cuenta que nadie puede “descuartizar las estructuras del Estado” y, menos, los partidos políticos integrantes de la oposición que tienen conciencia de que la Carta Magna o Ley de Leyes como se denomina a la Constitución, pueden violarla, incumplirla, tergiversarla, adulterarla o manejarla conforme a intereses. La Constitución es sagrada e inviolable y el artículo 12 es claro para que sea cumplido debida, honesta y responsablemente.
La “derecha” como indica el Sr. Presidente de la República, para referirse a la oposición o a presiones extrañas como sería la injerencia de un país ajeno en los asuntos del Estado boliviano que, con seguridad, se abstienen de intervenir en todo lo que compete al país y su institucionalidad. La referencia de siempre al “imperialismo norteamericano” tampoco concuasa con la realidad del país y, si se cree que es así, habría que pensar -haciéndolo mal e indebidamente- también en otros imperialismos como serían el caducado y obsoleto “imperialismo soviético” o endilgarle tal condición a la China al decir “imperialismo chino”. Que esos países o bloques, según los casos, pudiesen tener alguna influencia con el país sería a través del gobierno de la República y sin efecto alguno, en una oposición que, en nuestro caso, es incipiente, desarticulada e ineficaz.
Lo expresado por el Presidente no se ajusta a la realidad porque los cuatro poderes del Estado tienen independencia, libertad, cooperación y coordinación entre sí; intervenir en alguno de ellos es contrario a la Constitución y, además, contradice las mismas expresiones del gobierno en sentido de respetar la Carta Magna en todas sus determinaciones y hacerlo también con las leyes que emanan de ella. Lo contrario sería dictadura que no corresponde a un país que vive en democracia y menos cuando es el propio régimen el que señala la urgencia de que todos los estantes y habitantes del país respeten el orden legal sin cuya vigencia sólo habría que pensar en libertinaje y anarquía.
Cuando algún país hace omisión de sus leyes es porque ha ingresado en campos que no corresponden, como son los hechos que determinan la voluntad omnímoda de un régimen que maneja a su país mediante el derecho de la fuerza haciendo abstracción de la fuerza del Derecho, que es la vigencia de la Constitución y las leyes; en otras palabras, decisiones que sólo se aplican en estados en que rigen los caprichos arbitrarios de una persona o de un solo partido político, como ocurre con el partido comunista (China Popular, Corea del Norte, Cuba y otros) y regímenes de facto que no reconocen derechos a nadie y menos a organizaciones políticas que, injustamente son calificadas como contrarias al país.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |