En la colonia y en la república hasta el 31 de octubre de 1952, la minería era realizada por actores privados. En dicha fecha se nacionalizaron las minas de la llamada Gran Minería, constituida por Simón I. Patiño, Mauricio Hochschild y Carlos Víctor Aramayo (llamados también los Barones del Estaño), que pasaron a ser administradas por la Corporación Minera de Bolivia (Comibol). Según el gobierno del MNR la nacionalización significaba la independencia económica de Bolivia, ya que la Gran Minería manejó el país, imponiendo impuestos irrisorios para la explotación de minas extraordinariamente ricas, lo que sumado a bajos salarios y condiciones deficientes de salud, vivienda y seguridad industrial, les permitió amasar inmensas fortunas.
Comibol se convirtió en la empresa más grande e importante del país, cuya economía dependía de ella. Junto a la minería estatal existía una pujante minería chica, una minería mediana en ascenso y una incipiente minería cooperativa, que fue creciendo con el cierre de las minas de Comibol, Pulacayo (1959), Kami (1962) y Bolsa Negra (1963). Las exportaciones mineras en relación con las exportaciones totales del país en el período 1953 y 1985 en que se derrumbó el precio del estaño, fluctuaron entre el 99% en 1954 y 39% en 1985.
En cuanto a la participación de los sectores mineros en el valor de la exportación minera, la de COMIBOL varió entre un 82% en 1954 y 53% en 1985, la de la minería mediana entre un mínimo de 6% en 1954 y un máximo de 32% en 1985 y la de la minería chica (y cooperativa) fluctuó entre 25% en 1970 y 7% en 1981. La minería chica ocupó el segundo lugar hasta mediados de la década de 1960 en que fue desplazada por la minería mediana, que estaba en constante crecimiento. De 1986 a 2015 la minería mediana ocupó el primer, que lo mantiene hasta ahora; llegó a un máximo de 78% en 2002 y tuvo un mínimo de 40% en 1992. De 2006 a 2015 Comibol representó el 8%.
Concluida la era del estaño en 1985, comenzó la era de los polimetálicos (zinc, plata y plomo), convirtiéndose en la principal exportadora la Compañía Minera del Sur (Comsur), que explotó las minas Huari Huari, Porco, San Lorencito, además de Bolívar y Colquiri (anteriormente explotadas por estaño por Comibol). Comsur también puso en marcha la planta Comco para recuperar plata de los desmontes del cerro de Potosí y la mina Puquio Norte (Santa Cruz) donde produjo oro. En 2005 Comsur fue vendida a la transnacional Glencore, Desde 2008 la primera exportadora es San Cristóbal.
La Empresa Minera Unificada S.A. (EMUSA) en asociación con las empresas americanas Westworld Inc. primero y luego Battle Mountain constituyó la Empresa Minera Inti Raymi que explotó oro por lixiviación en la mina Kori Kollo introduciendo la explotación a cielo abierto. Su planta tenía una capacidad de 20.000 toneladas por día (tpd). Alcanzó su máxima producción de 12.054 KF (387.548 onzas) en 1998. Emusa también puso en operación la mina Don Mario de oro y cobre en Santa Cruz.
Con el cierre de la mayoría de las minas de Comibol incrementó el número de cooperativas, que aumentó aún más con la espectacular subida de los precios de todos los minerales a partir de 2005. Se dice que el número de cooperativistas llegó a 160.000. Su participación en las exportaciones llegó a un máximo de 47% en 1987. Las cooperativas explotan polimetálicos en las minas de Comibol y oro en sus propias concesiones de la provincia Larecaja y en varios departamentos del país.
Merece resaltarse la importancia de la inversión transnacional en la minería boliviana. La empresa americana Apex Silver Mines a través de su subsidiaria boliviana San Cristóbal, desde la década de 1990 desarrolló la mina del mismo nombre, de lejos la más grande de nuestra historia minera. Hasta 2015 invirtió un total de 1.800 M$us. Mediante explotación a cielo abierto alimenta de mineral a una planta de flotación, que produce concentrados de Pb-Ag y Zn-Ag. La capacidad inicial de la planta de 40.000 tpd fue incrementada a 52.000 tpd. Entró en operación en 2007. En marzo de 2009 fue comprada por la japonesa Sumitomo.
También desde la década de 1990 la transnacional americana Coeur Mining a través de su subsidiaria boliviana Manquiri, empezó trabajos de exploración y tratativas con cooperativas y Comibol, para recuperar plata de los desmontes del cerro de Potosí. Para ello instaló una planta de lixiviación con capacidad de 5.000 tpd. Al encapsular las colas de los desmontes tratados que constituyen pasivos ambientales, hace remediación ambiental. Empezó a operar en 2008.
La transnacional canadiense Pan American Silver desde fines del siglo pasado, realizó una fuerte inversión en la mina San Vicente de Comibol. Desde 2009 produce concentrados de zinc-plata y cobre-plata.
El análisis estadístico de las empresas mineras transnacionales, San Cristóbal, Sinchi Wayra, Manquiri y Pan American Silver en el período 2013-2015, permite deducir que representan:
1. El 37% del valor de las exportaciones mineras (San Cristóbal el 24%).
2. El 42% del volumen total de producción (San Cristóbal el 31%).
3. El 46% de las regalías pagadas (San Cristóbal el 28%).
Lo que muestra en forma contundente la gran importancia de la inversión transnacional, especialmente en proyectos grandes.
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