COMUNICABILIDADES
Cuando una persona decide escuchar una emisora de radio… es un momento personal e íntimo, casi mágico.
En medio de tantas emisoras… alguien decide sintonizar una radio en especial. ¿Cómo llega el oyente a esta elección?
Primero digamos que la radio no sólo es un medio de entretenimiento, es un espacio donde se construye una realidad para los radioescuchas.
Esto significa que cada oyente prefiere una radio porque se reconoce en esa radio y comparte su discurso.
El discurso de una emisora es su programación, pero más que la suma de todos sus programas… el discurso es la imagen, es el rostro de una radio.
Ahora bien, todas las radios tienen lo mismo (información, música, entretenimiento, publicidad, entrevistas, opiniones), lo que las hace diferentes es el modo en que organizan estos contenidos.
No sólo es una organización de horarios, es ante todo una organización que implica una jerarquización. Es decir, algunas radios priorizan las informaciones, otras la música, algunas la publicidad, etc.
Esta programación refleja una época, una postura, una visión de la realidad y permite a los oyentes diferenciar una radio de otra y escoger entre ésta o la otra.
Al final… es una sintonía emocional, porque los oyentes eligen una radio que los haga sentir bien, que les transmita un mensaje.
De ahí que “no debemos preguntarnos qué tipo de programas vamos a emitir, sino qué mensaje queremos transmitir con los programas que vamos a emitir”.
¿Es un mensaje que implica optimismo, cambio, conservadurismo o es más de lo mismo?
¿Estamos sintonizados con las necesidades de los oyentes o sólo queremos que ellos nos sintonicen?
(*) Director de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación.
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