Facturas argentinas

Alguien tiene que pagar por la ineptitud de los gobiernos bolivianos. En Argentina tienen la idea muy clara, por lo menos en el tema de la salud.

Son miles los bolivianos que van a los hospitales argentinos para tener la atención que no tienen en Bolivia. Ahora, en ese país algunos gobernadores están diciendo basta.

La mano viene muy pesada. Hace dos semanas, un senador de la tendencia K (kirchnerista), de nombre Miguel Ángel Pichetto, dijo en Argentina que su país debería saber cuánta “miseria” o “lacra” humana puede recibir de los países vecinos, comenzando por Bolivia, por lo de la droga.

La gobernación de Salta ha recibido la iniciativa de comenzar a cobrar a los ciudadanos bolivianos que llegan a sus hospitales públicos. Es una deuda que alguien tendría que pagar.

El tema fue puesto en el tapete por el senador peronista (línea K) Miguel Ángel Pichetto cuando dijo que Argentina debería saber cuánta “miseria” o “lacra” humana puede recibir de Bolivia, Paraguay y Perú.

La propuesta del gobernador del Chaco es cobrar al Estado paraguayo el costo de la atención de sus ciudadanos. Lo que propone el gobernador de Salta es que sean los pacientes bolivianos los que paguen, con tarifas de clínica, por la atención que reciben en los hospitales públicos.

Los pacientes bolivianos que llegan a esos hospitales están escapando de una realidad desesperante. Hacer cola desde las 4 de la mañana en los hospitales bolivianos para lograr una ficha que les garantiza la atención para dentro de varias semanas. Muchos difuntos se quedan con la ficha en el ataúd.

En las cuentas argentinas se trata de una carga pesada. La clase media argentina paga los impuestos para solventar el funcionamiento de los hospitales, pero si van a llegar a ellos ciudadanos bolivianos y paraguayos, la carga se hace más pesada.

Argentina, dijo Pichetto, hace de amortiguador de los problemas sociales de Bolivia y de los problemas policiales de Perú. Pero esa responsabilidad se ha hecho muy pesada, sobre todo si los argentinos están en la crisis que sigue a la fiesta del populismo.

Esto es desde siempre en Bolivia. Pero quizá con los 180.000 millones de dólares que recibió el gobierno del MAS en los últimos diez años se podía haber cambiado la situación.

Lo que dicen algunos argentinos es que cada quien pague su propia factura.

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