Textos BBC Mundo, Londres
Atrapado entre las rocas del oeste de Texas se encuentra uno de los tesoros más grandes que Estados Unidos ha encontrado en tiempos recientes: un yacimiento con el potencial de producir 20.000 millones de barriles de petróleo.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) explicó en un comunicado que se trata del mayor yacimiento de petróleo de esquisto jamás descubierto en territorio estadounidense.
Además de contener millones de barriles de petróleo, bajo la tierra calculan que hay unos 16 billones de pies cúbicos de gas natural asociado (el que está mezclado con el petróleo) y 1.600 millones de barriles de gas natural líquido.
A diferencia del crudo que se extrae mediante la perforación de pozos verticales, estos recursos hallados en la formación de Wolfcamp, en la cuenca de Midland, son “no convencionales”, pues se encuentran atrapados en la corteza terrestre.
La extracción de petróleo de esquisto se realiza comúnmente mediante técnicas como la perforación hidráulica, conocida como fracking.
Normalmente son extraídos con la controversial técnica de fracturación hidráulica o fracking, con la cual se inyectan a alta presión grandes cantidades de agua y aditivos químicos para fracturar las rocas y liberar los recursos energéticos.
CAMBIOS TECNOLÓGICOS
Según el USGS, el petróleo de esquisto y gas natural encontrados se consideran extraíbles. El medio económico Bloomberg News señala que el valor del yacimiento con los precios actuales del petróleo es de $us 900.000 millones.
Este yacimiento es tres veces más grande que el Bakken-Three Forks, hallado en 2013 en Dakota del Norte, Dakota del Sur y Montana.
“Incluso en las zonas que han producido miles de millones de barriles de petróleo todavía existe la posibilidad de encontrar miles de millones más”, destacó Walter Guidroz, del Programa de Recursos Energéticos del USGS.
“Los cambios en la tecnología y las prácticas de la industria pueden tener efectos significativos sobre qué recursos son técnicamente recuperables, y es por eso que seguimos llevando a cabo evaluaciones de los recursos en Estados Unidos y el mundo”.
Aunque desde la década de 1980 se han realizado perforaciones tradicionales en Wolfcamp, en tiempos recientes las compañías petroleras han hecho 3.000 perforaciones mediante pozos horizontales.
La cuenca del Pérmico ha sido explotada tradicionalmente mediante la perforación de pozos verticales, pero la tendencia está cambiando hacia el fracking.
“Si es o no es rentable producir estos recursos no ha sido evaluado”, aclara el USGS, por lo que puede que no todo el volumen calculado sea extraído. El yacimiento de Wolfcamp es parte de la Cuenca del Pérmico, una de las regiones de petróleo y gas más productivas de EEUU.
Pero aún tomará un tiempo para que de este nuevo descubrimiento se derive una producción significativa, según explicó Ken Medlock, de la Universidad Rice, en Houston.
La tasa de producción dependerá en el futuro en buena medida de la tecnología, el costo de perforación y los precios del petróleo.
FRACTURACIÓN HIDRÁULICA
Cuando una localidad de Texas, en Estados Unidos, votó a favor de prohibir la fracturación hidráulica (fracking) en sus límites urbanos, el hecho causó controversia en el estado petrolero.
Pero la respuesta de la cámara legislativa del estado y de las empresas de energía que operan en el territorio ha hecho que los residentes de Denton se planteen hasta qué punto se respeta su voluntad.
La fracturación hidráulica se reanudó en la zona y de nuevo empezaron las protestas. Hace meses, Denton se convirtió en la primera ciudad de Texas que prohibía el fracking en sus límites urbanos.
El fracking es un método de extracción de gas o petróleo de esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional que está atrapado en capas de roca, a gran profundidad.
Luego de perforar hasta alcanzar la roca de esquisto, se inyectan a alta presión grandes cantidades de agua con aditivos químicos y arena para fracturar la roca y liberar el gas metano. Cuando el gas comienza a fluir de regreso lo hace con parte del fluido inyectado a alta presión.
Esta técnica ha sido responsable del boom de producción energética que se ha dado en los últimos años en EEUU, aunque también es objeto de grandes protestas por parte de grupos medioambientales.
POZOS CERCANOS
Si bien esta zona de Texas está acostumbrada al petróleo y a su explotación, la lucha contra el fracking fue impulsada por la proximidad de los pozos a las áreas residenciales.
“Hay casi 300 pozos en los límites de la ciudad de Denton, pero este vecindario está atrapado entre dos zonas de pozos de gas”, explica Adam Briggle, residente de Denton y profesor de estudios medioambientales en la Universidad del Norte de Texas.
“Cuando vimos lo cerca de las casas que estaban perforando, nos dimos cuenta de que teníamos que cuidarnos los unos a los otros”, agrega.
Los activistas decidieron recurrir a las urnas. Recogieron las suficientes firmas para que se votara sobre el veto al fracking en la ciudad y desafiaron a grandes y poderosas empresas energéticas de Texas.
“Nos atacaron como pudieron, pero cuanto más se esforzaron en convertir esto en una lucha política, más se volvió contra ellos”, relata Briggle.
En noviembre del año pasado, Denton votó claramente a favor de la prohibición del fracking y la perforación se frenó de inmediato.
“Lo sentimos como una reivindicación, como una señal de que la democracia de base todavía funciona en este país”, añade Briggle.
DEMANDA INMEDIATA
No todo el mundo pensó lo mismo. Al día siguiente, se presentaron dos demandas en Austin, la capital del Estado.
“Lo que estaba en juego eran los derechos de esas familias, los propietarios mineros, a quienes se les estaba negando acceso a su propiedad, algo que está protegido por la constitución de Estados Unidos”, señala Todd Staples, presidente de la Asociación Texana del Gas y el Petróleo.
“Nuestros técnicos estaban dispuestos a cooperar para encontrar soluciones, pero el camino que tomó Denton era insostenible”, considera.
Staples fue uno de los que hicieron presión no sólo para revocar el veto en Denton, sino también para asegurar que una prohibición de este tipo no se dé nunca más en ningún lugar en Texas y obtuvo lo que quería. El pasado mayo, el estado aprobó una ley que, en esencia, prohíbe los vetos al fracking.
REVOLUCIÓN ENERGÉTICA
Sin duda la fracturación hidráulica ha revolucionado la industria energética en esta zona. Pero persisten algunas preguntas sobre el impacto medioambiental y la molestia que suponen los pozos de perforación cerca de áreas residenciales. Eso es lo que llevó a los residentes de Denton a movilizarse.
Sólo días después de que fuera revocado el veto, camiones y maquinaria pesada estaban de vuelta en el lugar.
En nuestras conversaciones con los residentes quedó claro que no se oponen al fracking en sí, sino a cómo se hace en esta localidad.
“No estoy totalmente en contra del fracking. Simplemente creo que deberían tener más consideración y tener más en cuenta a las personas que ya estaban allí antes”, indica una mujer que no quiso dar su nombre pero que es una de las vecinas más cercanas al lugar de perforación.
APOYO A LAS OPERACIONES
También hay una sensación generalizada de que tanto las empresas energéticas como los políticos que apoyaron el fracking se comportaron de manera arrogante.
“La gente nos intentó etiquetar como locos medioambientalistas”, lamenta Dwight Jillik, que vive cerca de una zona de fracking con su esposa y sus dos hijos.
“Pero el tema movilizó a la comunidad de una forma que no tiene nada que ver con ideas de izquierdas, derechas o moderadas”.
Texas es un Estado que tiene la fama de respaldar el control local. Muchos residentes de Denton están enfadados por ver que, pese a su voto, se reanudó la fracturación hidráulica.
Staples alega que el voto para prohibir el fracking en Denton estuvo basado en visiones alarmistas.
“Los que se oponen a la industria del petróleo y el gas dijeron que la calidad del agua se ve afectada así como la calidad del aire y dieron información errónea sobre lo que estaba pasando”, asegura.
Para muchos de aquellos que estaban motivados por inquietudes medioambientales, como Adam Briggle, el desarrollo de los acontecimientos no hizo más que añadir más fuego a su ira.
“Creo que lo más importante ahora no es cuáles son las reglas sino quién las establece”, subraya Briggle, quien añade que la nueva ley les quita poder a las comunidades de Texas.
Poco después de nuestra conversación con él, Adam Briggle fue detenido por bloquear la entrada a un lugar de fracking.
Ahora ya está en libertad, pero dice que es difícil divisar qué caminos les quedan a él y a quienes no quieren el fracking cerca de sus casas.
DATOS
La fracturación hidráulica, fractura hidráulica1 o estimulación hidráulica (también conocida por el término en inglés fracking) es una técnica para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo.
El procedimiento no es nuevo en esa industria. La primera fractura se realizó en 1947, y en los años 50 comenzó a utilizarse de forma comercial en pozos convencionales, desde entonces se han hecho 2,5 millones de fracturas en pozos en todo el mundo, de ellos, un millón en Estados Unidos.
La fracturación hidráulica se utiliza en proyectos de exploración y producción de hidrocarburos, y también en el almacenamiento de CO2, almacenamiento de gas y geotermia de media y alta entalpía.
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