En la oficina de migración de nuestro país con la república Argentina, a los extranjeros que ingresan a nuestro territorio se les pone en su documento de ingreso un sello que dice: “prohibido trabajar y estudiar”. Está en las normas sobre migración que los turistas en los 90 días que pueden estar en territorio nacional no pueden trabajar, pues su condición de turistas es contraria al desempeño de una labor remunerada, es decir el trabajo, y esta situación es, seguramente, similar en muchas partes. Pero lo que nos parece una estulticia, es el de prohibir estudiar, pues el ser humano desde que aprende a leer y escribir, está en condiciones de estudiar y aprender o adquirir conocimientos a través precisamente del estudio, pues los conocimientos o saberes vulgares o comunes, los adquirimos desde que nacemos hasta que morimos.
La prohibición a estudiar parece que va acorde a los tiempos del populismo que nos gobierna hace más de una década, pues ya antes se prohibió “pensar” -en el sentido figurado- al censurar a los miembros del partido de gobierno por “libre pensantes”, es decir tener criterio propio sobre los asuntos políticos y partidarios.
Estamos viviendo en el mundo la “era del conocimiento” y el camino al conocimiento es precisamente el estudio, de donde inferimos que prohibir estudiar va contra el tiempo en el que vivimos.
En esta era, ya no son los recursos naturales renovables y no renovables el camino al desarrollo, pues precisamente algunos países que poseen estos recursos, están atravesando graves crisis en el orden económico y su resultante social, como es el caso de Venezuela, país considerado uno de los reservorios importantes de hidrocarburos, pero que se encuentra en una situación de carencia de los más importantes productos básicos e importantes para su población. Además la dependencia de los recursos naturales está determinada por los precios internacionales, los que en virtud de los ciclos económicos suelen subir y bajar.
Los países que han asegurado de alguna manera su futuro son aquellos que han sido capaces de llevar a efecto políticas educativas exitosas, que han dado como resultado el desarrollo de la ciencia y técnica, que son las herramientas más eficaces para el desarrollo económico y social.
Otro aspecto que no ha considerado la autoridad que dispuso el “no estudiar” a los extranjeros que ingresan al país, es que tenemos más de medio centenar de universidades públicas y privadas, que bien podrían y pueden prestar servicios en educación superior, lo que a su vez importa el ingreso de divisas a nuestra economía, pues no olvidemos que hay países que en buena medida perciben importantes ingresos por la prestación de servicios en educación.
Uno de los problemas que nos aqueja como sociedad organizada en Estado es el bajo nivel de “desarrollo humano”, que tiene entre sus componentes el nivel de conocimientos y educación de su población, que en nuestro caso es uno de los más bajos en Latinoamérica y que determina el grado de subdesarrollo y atraso en el que nos encontramos, no obstante los buenos precios de las materias primas “comodities”, que hasta hace un par de años nos beneficiaron con ingresos nunca antes conseguidos, pero que debido a la falta de políticas serias en la administración de esos ingresos, el desarrollo económico social ha sido escaso, aunque sí el crecimiento económico, es decir el monto de ingresos y el PIB.
Sólo mediante la educación y en consecuencia el estudio, como política de Estado, vamos a desarrollar, y no con discursos fáciles y demagógicos, pretendiendo desconocer el pasado histórico de nuestro país, pues no olvidemos que: “el presente sin pasado, no tiene futuro”.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |