Aumento de las pensiones escolares crea conflictos

Con una economía en crisis es casi lógico que haya reacciones en la mayoría de los padres de familia por el incremento de las pensiones escolares como ocurre en todo el país. Si bien es correcto que los colegios y escuelas privadas deben cumplir también obligaciones con su personal docente y administrativo disponiendo aumento de sueldos y atender otras obligaciones cuyo costo ha subido, no se justifica que en algunos casos el aumento sea excesivo como ha ocurrido en el pasado.

Muchas veces se anunció que el Ministerio de Educación realizaría, en conjunción con padres de familia, auditorías en colegios y escuelas para establecer realidad de los costos y, además, para verificar si se cumplen o no reglas y condiciones para el funcionamiento de esos centros educativos; pero, así debe reconocerlo el ministerio, no se informa sobre los resultados de esas auditorías y cuáles son las consecuencias que han tenido en los propietarios de los establecimientos controlados.

Hay que convenir que la educación en nuestro país carece de condiciones que deberían cumplirse porque, si se compara lo enseñado a niños y jóvenes con lo que ocurre en países vecinos, se puede establecer que nuestros programas y formas de enseñanza no son siempre las más completas y eficientes. Si esa comparación la llevamos a cabo con países ricos y desarrollados, las diferencias son seguramente muy grandes.

Muchas reformas de la educación se ha practicado en el país con miras a conseguir que la educación mejore radicalmente; pero nunca se ha informado, entre reforma y reforma, qué pasos positivos se ha dado con miras a contar con una educación que realmente favorezca a nuestros niños y jóvenes. Los resultados de evaluaciones sobre reformas realizadas han quedado archivados en dependencias del Ministerio de Educación y jamás se dio oportunidad a que técnicos y especialistas en educación puedan examinarlas y hacer las sugerencias del caso. Lamentablemente, muchos de los colegios y escuelas particulares no siempre cumplen los programas señalados por el despacho de Educación, dando como resultado que igualmente continúan las deficiencias por las cuales se ha hecho las reformas y esta especie de anarquía ha determinado libertinaje en cobro de pensiones.

El caso de las pensiones escolares debe ser muy bien examinado por las autoridades y asociaciones de padres de familia porque si bien hay necesidad de incrementarlas, no quiere decir que se pueda permitir abusos, especialmente si se toma en cuenta la recesión económica que se sufre y que con el grave problema del agua el presupuesto familiar haya sufrido incrementos porque se compra agua especialmente para preparación de alimentos y esto tiene un costo que es alto, porque, de no ser alto y negocio seguro, no habrían proliferado embotelladoras que ofrecen el líquido en todo tipo de mercados y envases con el agravante de no conocer si esas aguas han sido sometidas a procesos de purificación y si cuentan con las garantías necesarias para el consumo.