Entre cartas, poemas y cuentos
Antofagasta
En manos extranjeras
la hermosa Antofagasta
¡Volver!, ¡volver! Quisiera
al seno maternal.
Desde entonces cautiva,
las hordas araucanas
tienen aprisionada
en un suplicio eternal.
Madre e hija separadas,
aunque hermanas la esperen,
reivindicar lo pueden
el rico Litoral.
De hoy en...