Entre cartas, poemas y cuentos
José de la Cruz Rivas V.
En manos extranjeras
la hermosa Antofagasta
¡Volver!, ¡volver! Quisiera
al seno maternal.
Desde entonces cautiva,
las hordas araucanas
tienen aprisionada
en un suplicio eternal.
Madre e hija separadas,
aunque hermanas la esperen,
reivindicar lo pueden
el rico Litoral.
De hoy en tanto esperemos
a la justicia que haga
que vuelva Antofagasta
al seno maternal.