Familias damnificadas necesitan depósitos para sus pertenencias

Iniciadas las acciones de rescate de enseres y muebles de las casas afectadas por el derrumbe de un farallón en Auquisamaña, los damnificados necesitan depósitos, para rescatar sus bienes, la ayuda que reciben de vecinos y familiares es insuficiente, entre tanto la Subalcaldía de la Zona Sur efectúa las gestiones del caso.

Los bienes que se encuentran debajo de los escombros podría tomar al menos una semana, toda vez que las tareas primaras para la estabilización del suelo demanda del retiro de por lo menos un millón de metros cúbicos de tierra, según cálculos de la autoridad de la Secretaría Municipal de Gestión Integral de Riesgos (Smgir), Vladimir Toro.

Vecinos afectados por el desastre manifestaron que, a pesar del importante número de personal desplegado entre municipales, bomberos, policías y voluntariados de rescate, no fue posible avanzar en esta labor, toda vez que es necesario coordinar esfuerzos para optimizar tiempo y atención a los más afectados.

Toro explicó que por la magnitud del problema y el grado de afectación de las casas fue posible sacar algunos muebles y enseres de las dos primeras casas, mientras que efectuar la misma tarea en los otros tres inmuebles, al momento, es imposible.

TRABAJO DELICADO

Por su parte, la Jefe de Desarrollo Humano de la Subalcaldía de la zona sur, Erika Salinas, señaló que el retiro de los enseres y bienes de las casas es una tarea delicada por los objetos de valor y porque los vecinos no quieren alejarse de sus pertenencias.

Por esta razón, los mismos dueños de casa y afectados optaron por ser ellos mismos quienes decidan dónde llevar sus bienes, “no quieren alejarse de sus propiedades, tampoco dejar sus pertenencias en lugares extraños. Lo prefieren así por la susceptibilidad de que sus cosas se pierdan. La instrucción verbal de los afectados es que ellos se ocupan de sus bienes. Nosotros estamos a las órdenes de ellos, de las personas que quieren que les ayudemos con sus cosas”, aclaró.

Sin embargo, Salinas no desestimó la posibilidad de habilitar un ambiente municipal que, eventualmente, pueda ser utilizado como depósito común, con las debidas señalizaciones, para quienes lo necesiten.

Maya,una de las residentes afectadas por el desastre, expresó la necesidad de contar con el apoyo de recursos humanos para el rescate de los objetos del inmueble número 15, en la calle E, toda vez que este predio fue el que soportó el mayor impacto, tanto del desmoronamiento así como de las casas que se inclinaron hacia ésta.

ELIMINAR AMENAZAS

Entre tanto, la maquinaria pesada de la Alcaldía inició trabajos en la parte alta para retirar los bloques de terrones que representan un importante nivel de riesgo. Tarea que tomará por lo menos cinco días de trabajo continuo, paulatinamente la maquinaria irá descendiendo para hacer una compensación de masas, retirando tierra hacia la parte posterior de la quebrada de Auquisamaña.

Asimismo, fueron iniciadas las tareas hidráulicas con mampostería para la aducción del río Auquisamaña, cuyo caudal de cinco metros por segundo podría empeorar la condición de riesgo de las casas, debido a posibles filtraciones o inundaciones en las viviendas.