• El cambio climático, el desplazamiento de hábitats y la elevada temperatura, ocasionan que los insectos aumenten su distribución geográfica, aceleren su ritmo de desarrollo y crezca las generaciones por año.
El calentamiento global también afecta a los insectos, el aumento en las temperaturas puede ocasionar que los saltamontes coman y se reproduzcan más rápido, la deforestación y la habilitación de suelos destinados a la ampliación de la frontera agrícola desplaza su hábitat, lo que provoca que colonicen nuevas áreas e invadan extensos campos de cultivos como se registra en varios municipios del departamento de Santa Cruz.
El presidente de la Sociedad Boliviana de Entomología (SBE), Jaime Rodríguez, asume que el problema de la plaga de langostas es complejo y que el cambio climático, además de otros factores como el desplazamiento de los hábitats naturales con una elevación gradual en la temperatura, ocasiona que los insectos “aumenten su distribución geográfica, aceleren su ritmo de desarrollo y probablemente crezca el número de generaciones por año”.
“Usualmente las langostas vuelan de día, pero con un aumento en la temperatura también podrían volar de noche, este hecho puede acrecentar su dispersión entre los cultivos”, asevera el entomólogo (experto en insectos) y sugiere una mayor investigación científica, como la elaboración de un mapa de saltamontes de Bolivia relacionado a factores ambientales como la temperatura y precipitaciones pluviales, tipos de vegetación y de suelos, incluso los patrones de vientos.
El cambio climático también tiene que ver con la deforestación –enfatiza Rodríguez– que origina a la vez la creación de nuevos hábitats, ya que al desplazarlos los insectos pueden colonizar otras áreas donde no estaban antes. “Son varios los factores sumados al calentamiento global, la deforestación, el uso de insecticidas y la falta de inversión para la investigación”, añade.
INVASIÓN DE LANGOSTAS
El 27 de enero de este año se registró la aparición de langostas de la especie Schistocerca cancellata, invadiendo extensos cultivos en del departamento de Santa Cruz. El gobierno estableció el Comité Interinstitucional de Emergencia Fitosanitaria e identificó que la plaga se extiende en un radio aproximado de más de 17 mil hectáreas agrícolas entre los municipios cruceños de Cabezas, El Torno y Pailón.
Entre las acciones ejecutadas se cumplió con la fumigación aérea en cuatro mil hectáreas, utilizando insecticidas combinados en el municipio de Cabezas. El plan por parte del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, incluirá también la intervención en tres zonas o anillos perimetrales con el fumigado por tierra para aniquilar los huevos del insecto, tarea en la que participarán los agricultores cruceños, apoyados por militares.
DE SALTAMONTES A LANGOSTAS
Según las investigaciones de la Sociedad Boliviana de Entomología las especies denominadas saltamontes son solitarias –en Bolivia existen más de 250 especies– que no forman el enjambre enorme invasivo con miles de especímenes, pero en determinadas circunstancias, se transforman en langostas gregarias, “de vivir solas cambian a un modo de vida formando plagas que se alimentan de los cultivos agrícolas”.
La transformación de especies solitarias a enjambres debe reunir algunas condiciones, el cambio se produce en algunos períodos, los adultos pueden formar densos grupos y migrar a otras regiones para alimentarse, también dentro de la misma especie de individuos que son solitarios se pueden registrar cambios bioquímicos y de comportamiento, además pueden alterar su forma y color.
MORTANDAD DE ESPECIES
Respecto a la fumigación aérea en más de cuatro mil hectáreas en del departamento de Santa Cruz, la bióloga María René Vacaflores, miembro de la directiva de la Sociedad Boliviana de Entomología, revela que se mezclaron dos clases de insecticidas de un amplio alcance que afectó también a otras especies de insectos, aves y peces, además de inutilizar los cultivos.
Explica que el “cóctel” de químicos esparcidos como fipronil y cipermetrina puede permanecer entre las plantas, la tierra y el agua por el lapso de tres a cinco meses, “agravando el problema ambiental”.
La científica boliviana considera que se asumieron medidas muy drásticas y precipitadas, ya que dos de los componentes de la mezcla, sólo se emplean en emergencias epidemiológicas como la malaria o el mal de chagas. “Si bien se ha mermado en algún número los especímenes de la plaga, también se arruinaron los cultivos, ya que los insecticidas no son exclusivamente usados contra langostas”, agrega.
Asimismo, dijo que se tendrán datos alarmantes de un impacto ambiental en los siguientes meses por la mortandad de otras especies de insectos, aves y peces por el uso de los insecticidas de amplio espectro. “Las abejas que son polinizadores (que polinizan las flores) máximos del planeta sufrirán un daño irremediable, ya que en la región existen también apicultores que se verán afectados”, agrega.
RIESGOS DE UN REBROTE
Sobre la posibilidad de un rebrote de la plaga de langostas en Santa Cruz, el ingeniero agrónomo Sergio Colque, que también forma parte de la directiva de la SBE, informa que los huevos ya fueron colocados por las hembras en todas las zonas donde se encontraron especímenes de Schistocerca cancellata, “de modo que si no son eliminadas, tendremos nuevos individuos que dependiendo del clima pueden o no ser abundantes”.
“Los saltamontes siempre han existido en nuestro territorio, son parte de nuestra fauna, lo que les influye para convertirse en langostas es pasar de un estado solitario a gregario por efectos de cambio de temperatura y las afectaciones que el hombre ha tenido en el mismo ambiente ampliando la frontera agrícola”, remarca Colque.
Explica que se deben priorizar las investigaciones sobre la especie, ya que se carece de información para saber con certeza su futuro comportamiento y las posibles acciones que podríamos tomar dejando de lado el control químico y pensar en otras soluciones más integrales.
La posición de los entomólogos bolivianos remarca que los saltamontes son parte de la fauna mientras no pasen de un límite permisible, ya que son el alimento de muchos tipos de animales, son parte de los herbívoros que regulan a muchas plantas, incluso algunas especies son predadoras de otros insectos, por lo que es imposible e impensable luchar contra ellos, “se debe pensar en el control, y de ser posible de forma integrada o mejor aún, un manejo ecológico de plagas”. CienciaBolivia
DATOS
- La especie de saltamontes que invadió los cultivos de santa cruz tiene el nombre de schistocerca cancellata, no es una especie nueva y forma parte de la fauna boliviana.
- La hembra coloca sus huevos en la tierra y luego de eclosionar se convierten en ninfas sin alas hasta la edad adulta cuando ya pueden volar.
- En 1946 ya se tuvo la invasión de la misma especie en grandes extensiones de cultivos en santa cruz, cochabamba y chuquisaca, además de argentina y paraguay.
- Los científicos desconocen todavía si la plaga de langostas arribó de la argentina o se generó en el propio territorio boliviano.
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