Campaña contra la mentira y los mentirosos

EL Viceministro de movimientos sociales públicamente ha manifestado que se iniciará una campaña contra la mentira. Es muy interesante, pero contra cuáles mentirosos o contra qué mentira.

La mentira es una expresión o manifestación contraria o inexacta de aquello que se sabe, se cree o se piensa.

La mentira es faltar a la verdad, es ser deshonesto, es decir lo que no se piensa, es expresar sentimientos que no se tiene, es crear vanas ilusiones, es ofrecer impresiones falsas, es ser infiel a nosotros mismos y a nuestros allegados, es temer a las consecuencias de la sinceridad, es engañar y, sobre todo, fallar a la confianza que el otro ha depositado en nosotros.

En este sentido, la mentira es un anti valor, pues va en contra de los valores morales fundamentales sobre los cuales se fundamentan las relaciones interpersonales, como son confianza, honestidad, sinceridad y veracidad. Por eso, mientras la verdad propicia relaciones basadas en la confianza y el respeto mutuo, la mentira fomenta desconfianza, clima de sospecha, duda e incredulidad entre las personas. Así, la mentira destruye las relaciones que establecemos con los otros, pues traiciona la confianza que nos habían dado.

Las razones por las cuales la gente miente son múltiples: por obtener un beneficio, para no aceptar una responsabilidad, para eludir una tarea, para no asumir una verdad, entre muchas otras razones. No obstante, el problema moral de la mentira es que los logros que se consigue a través de ella se sustentan sobre bases falsas, sin cimientos sólidos. En este sentido, las mentiras crean espejismos e ilusiones, y suponen una forma de negación de nosotros mismos, de nuestra verdad y de quiénes somos en realidad.

La expresión “de mentira”, por otra parte, se emplea para referirse a aquello que no es realmente lo que parece, sino que es una imitación deliberada: “Crearon un país de mentira donde todos los políticos son hombres decentes”.

Mentira es la falta de verdad o tergiversación de la misma para evitar una sanción o reproche, es hacer daño, obtener un beneficio. El mentiroso o mitómano fabrica una realidad que no existe, y a veces puede llegar a creer en sus propias mentiras. Mentiroso es el que dice tener un título, profesión o status social que no posee; mentiroso es quien dice respetar el ordenamiento jurídico vigente y la democracia, quien dice respetar la voluntad del pueblo y no respeta.

Quien pronuncia una mentira espera que el otro tome sus palabras como veraces. De esta manera, la persona que miente sabe que está incurriendo en algo falaz, pero su interlocutor puede no advertirlo.

Mentir implica un engaño intencionado y consciente. Tiene como sinónimos: embuste, calumnia, falacia. También es mentira el acto de la simulación o el fingir.

Mentir está en contra de los cánones morales de muchas personas y está específicamente prohibido como pecado en muchas religiones. La tradición ética y los filósofos Platón Aristóteles, San Agustín y Kant decían que nunca se debe permitir la mentira, considerada como el peor pecado.

El mentiroso tiende a decir mentiras. La tolerancia de la gente con los mentirosos habitualmente es muy pequeña, y a menudo sólo se necesita que se sorprenda a alguien en una mentira para que se le asigne la etiqueta de mentiroso y sea motivo de desconfianza. Acabemos con la mentira y los mentirosos.