Aumenta el gasto

El gobierno del presidente Evo Morales sigue creando empleos para sus seguidores, como si no estuviera enterado de que la economía está en crisis y que los recursos del Estado están disminuyendo.

PETRÓLEO ORO ESTAÑO Ayer el mercado del petróleo sufrió un duro recordatorio de lo importante que es el mercado de Estados Unidos para el precio. Las estadísticas de reservas almacenadas de petróleo en Estados Unidos aumentaron en 82 millones de barriles la semana anterior por lo que el precio cayó por debajo de 50 dólares el barril. La caída pone en evidencia la insuficiencia de las reducciones de producción coordinadas por la OPEP y otros 11 productores incluyendo a Rusia. El precio del oro cayó por séptimo día consecutivo. Inclusive el precio del oro para entrega dentro de 3 meses cayó en 0,6% durante la jornada de ayer. La reducción sostenida se debe a la creciente seguridad en el mercado de la reserva federal de Estados Unidos que, equivalente a su banco central, elevará la tasa de interés. Otro factor que reduce el precio del oro son las estadísticas de desempleo en Estados Unidos que siguen cayendo. Minsur reportó grandes ganancias en sus operaciones en Brasil. La producción minera de su mina Pitinga aumentaron en 20% el año pasado, el incremento más grande desde que Minsur se hizo cargo en 2008. Su producción de estaño procesado aumentó en 6% en el mismo periodo. Para este año la empresa tiene planificado invertir entre 29 y 35 millones de dólares, en expandir su capacidad y entre 6 y 12 millones en estudios de factibilidad para nuevos proyectos en Brasil.

En pocos días de este año fueron designados “delegados presidenciales” en cada oficina y en cada empresa del Estado, sumados ahora a un nuevo “superministerio”, con el nombre de Oficina Técnica Para el Funcionamiento de la Empresa Pública que estará a cargo de la exministra Verónica Ramos.

Desde Ende se anuncia que, como es probable que Argentina compre energía eléctrica boliviana en el curso de este año, será creada en Buenos Aires una “filial” de la empresa estatal para que coordine con las autoridades argentinas, como si allí no existirá una embajada repleta de supernumerarios.

Se podría decir que el Gobierno crea sus propias necesidades, porque los “delegados presidenciales” en oficinas y empresas deben tratar de controlar la corrupción y la oficina técnica deberá observar cómo es que las empresas estatales son deficitarias, es decir cómo son tan mal manejadas por los militantes que las administran.

El gasto público, que en el año 2008 había sido de Bs 30.779 millones, saltó en 2013 a Bs 51.616 millones.

Al mismo tiempo, el Gobierno acaba de disponer que sean las alcaldías las que paguen el bono a los discapacitados, mostrando, como sugiere el alcalde de La Paz, Luis Revilla, que las autoridades nacionales tienen un muy elevado grado de cinismo cuando tratan estos temas.

Mientras tanto, las únicas esperanzas que tiene el país de que la economía mejore se concentran en la posibilidad de que el precio del gas natural vaya aumentando conforme crezca el precio del petróleo y que Brasil y Argentina pidan mayores volúmenes.

También se ha mencionado la inminente firma de contratos para la venta de la urea que se debería producir en la planta de Bulo Bulo, también a los dos grandes vecinos.

El problema es que el costo de esa urea, puesta en frontera, es tan alto que, según dijo el experto Alberto Bonadona, Bolivia podría terminar subvencionando esas exportaciones. Es que el costo de transporte es muy elevado, equivalente, dice Bonadona, a unos US$ 400 por tonelada, mientras que el precio internacional de la urea es solamente US$ 170/t.

La campaña electoral en que está enfrascado el Gobierno sin saber todavía quién será su candidato está provocando gestos y decisiones inverosímiles e irresponsables.

Cuando se trata de sueldos y salarios no se debe olvidar el ejemplo del segundo aguinaldo, que llegó con la “sugerencia” del Vicepresidente de que los empleados públicos destinen “voluntariamente” el 50% a la campaña electoral del MAS.

Las empresas estatales son tan mal manejadas que o tienen déficit o están quebradas, sobre todo por la excesiva cantidad de empleados con que fueron recargadas por el actual gobierno.	Para “resolver” ese problema, el Gobierno crea nuevos empleos públicos, designando a otros militantes que deben vigilar a los primeros, lo que deja el temor de que esto sea una cadena sin fin.