Estados Unidos prosigue su expansión militar en Siria en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas inglesas). El Pentágono ha desplegado en los últimos días a alrededor de 400 soldados adicionales en el norte del país árabe.
El contingente se suma a los 500 uniformados estadounidenses que ya hay en Siria, principalmente con funciones de asesoramiento a milicias rebeldes. El objetivo es pacificar la zona y preparar la caída de Raqa, la autodenominada capital del califato yihadista.
Se trata de una unidad de artillería de los Marines y otra de los Rangers del Ejército de tierra.