Un doble atentado con el sello del terror yihadista causó ayer una matanza entre chiíes de Irak que visitaban santuarios musulmanes del centro histórico de Damasco. Más de 40 peregrinos murieron y 120 resultaron heridos en dos explosiones sucesivas registradas en un aparcamiento para autocares turísticos próximo a los mausoleos del cementerio de Bab al Saghir.
El ataque, que ningún grupo se había atribuido aún en la noche de ayer sábado, se produce en plena tregua en vigor desde el pasado 30 de diciembre y a cinco días del sexto aniversario del inicio de la guerra civil en el país árabe.
Ni las milicias del Estado Islámico ni las de las filiales de Al Qaeda están amparadas por el alto el fuego patrocinado por Rusia y Turquía tras la derrota de las fuerzas insurgentes en el este de Alepo. Las fuerzas yihadistas del autoproclamado califato están siendo desplazadas de Mosul, la capital en el norte de Irak, y se están viendo cercadas en la ciudad de Raqa, su feudo estratégico en el noreste sirio. (El País)