Leopoldo Fernández, un hombre de bien, es víctima de una sentencia política de 15 años de cárcel por el régimen actual, después de haber cumplido ya ocho años de reclusión en los penales de Chonchocoro y San Pedro.
En rigor de verdad, se lo está sometiendo a martirio, al extremo de enfermarlo, nada más porque no era adepto del Movimiento Al Socialismo, cuando era Prefecto de Pando.
Empero, al mismo tiempo, se tenía la intención de ejercer el control político de ese Departamento, para tener puerta abierta destinada al tráfico libre de cuanto se quisiera exportar o importar, aparte de imponer el dominio oficial en Pando. Fernández era incómodo para sus fines.
Algo que no tiene una explicación humana es que después de lograr su salida de la Prefectura de Pando, que era ya una injusticia, no había motivo alguno para ensañarse con él sin límite de tiempo, ahora sentenciándolo a 15 años de privación de libertad.
A este paso, lo que puede suponerse es que se le tiene tanto odio que solo se desea su muerte. Únicamente entonces quedará satisfecho el régimen imperante.
En los ocho años transcurridos en el “juicio” que le sigue el régimen, no se ha presentado una sola prueba en su contra. Pese a ello, fue sentenciado con 15 años de reclusión. En cambio, lo que sí se ha conseguido en la cárcel de La Paz, donde estuvo recluido ocho años, es que adquiera una enfermedad.
Como seguramente no se quiso que se muera en una celda penitenciaria, se decidió “generosamente” que su reclusión sea domiciliaria. Así, se hará suponer al país que si se produce su deceso se lo considere como cualquier otro. Así se tendría la perversidad de sacudirse las manos como inocentes.
El cargo que se le atribuye es una supuesta masacre de 13 personas, cuando en realidad ha sido un personaje siniestro del régimen el que buscó la violencia.
En ese tiempo, el periodista Carlos Valverde, actualmente refugiado en la Argentina, dirigía una estación de televisión en Cobija. Todas las mañanas y noches cubría la información local, nacional e internacional, con notable calidad, por lo que era el canal más visto en todo el país, en especial por el carácter informativo que le imprimía su director.
Un día de esos de aquel tiempo, cubrió una reunión campesina en Riberalta. En esa ocasión, se informó que un ex ministro del régimen se hizo presente en esa población beniana, vecina a Pando. El dirigente de la misma informó que dicho ex ministro les entregó 80 mil bolivianos para que vayan a comprar armamento en Brasil, con la intención de que ocupen Cobija.
Con ello se demostraba que la intención era ocupar el departamento de Pando, deponiendo al prefecto Fernández. Éste, informado de tales intenciones, lo único que dispuso es abrir dos zanjas en el camino a Cobija, para de ese modo impedir el paso de los vehículos que iban a transportar a los que iban a dirigirse a la capital pandina.
Ha sido en esas circunstancias en que se produjeron hechos de violencia, o sea que fueron provocados por los hombres que iban a la toma de Cobija. Esto aconteció el 11 de septiembre de 2008.
Pasado el suceso y luego de unos dos o tres días posteriores, llegó a Cobija un avión con militares. Algunos de ellos se dirigieron a la Prefectura, donde le pidieron a Fernández que los acompañe a La Paz. El ex Prefecto no supuso que se le estaba apresando, por lo que en mangas de camisa, como trabajaba en su oficina, aceptó ser trasladado a La Paz, de donde hasta hoy no ha salido.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |