Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron ayer sus ejercicios militares anuales conjuntos, mientras el presidente surcoreano, Moon Jae-In, le pidió a Pyongyang que no los utilizara como pretexto para perpetuar el “círculo vicioso” de las tensiones.
Decenas de miles de soldados participan en la maniobra militar llamada “Ulchi Freedom Guardian” (UFG). Basada en gran medida en simulaciones por ordenador, estos ejercicios tienen lugar en Corea del Sur y durarán dos semanas.
Los aliados presentan estas operaciones como defensivas, pero para Pyongyang representan una repetición provocadora de la invasión de su territorio. Cada año, amenaza con represalias militares.