NIM y su aroma hindú en Bolivia

Aroma y cultura llegan de la India a Bolivia de la mano de NIM, empresa que introduce en nuestro medio el gusto por el aroma de los inciensos que desprenden deliciosas fragancias. Estos son elegidos de acuerdo con el fin que se persiga ya sea para el amor, dinero, salud o religioso, entre muchos otros propósitos.

“El incienso tiene la misión de mover energías que son utilizadas, particularmente, en la práctica de la aromaterapia. A partir del uso de estas fragancias se buscan el cambio del aura que nos rodea”, explica Carlos Delgado, gerente de NIM, con presencia en Bolivia hace 14 años.

El incienso consiste en una preparación de resinas aromáticas vegetales a las que, a menudo, se añaden aceites esenciales de origen animal o vegetal. Esta preparación es pegada a mano a una varilla de bambú, de forma tal que al arder desprenda un humo con fines terapéuticos, religiosos o estéticos.

Según el Gerente de NIM, existen diferentes tipos de aromas, algunos son elaborados en forma 100 por ciento natural y contienen extracto de flores. Los precios varían, desde los más caros hasta los más baratos. Por ejemplo: para hacer un litro de aceite de rosas se utiliza cerca de 4 hectáreas de plantas y se combina con los inciensos para lograr esa fragancia.

Hay muchas formas de preparar los inciensos. Algunos lo hacen con pétalos de flores y otros de diversas materias primas. El uso de inciensos es muy común en la India, especialmente en los templos. NIM cuenta con casi 160 aromas que van desde los más suaves hasta los más fuertes.

“Hay aromas que estimulan el apetito, que relajan, que ayudan a descansar y otros para meditar y orar. Por ejemplo: el sándalo es un aroma muy conocido y es utilizado para relajar, en cambio hay otros con intensa fragancia como el pachuli, que es una resina utilizada en ocasiones para cubrir el olor a marihuana”, apunta Delgado.

Las personas ya conocen el uso de los inciensos y, por lo general, lo utilizan para dormir o para aromatizar un determinado ambiente, mientras que el hindú por lo general lo utiliza como parte de su devoción a Dios. Tanto así que cuando despierta tiene un altar en su casa, donde le reza y al ir a su trabajo se detiene para visitarlo.

“El templo es el único lugar donde concurre gente muy adinerada y también personas de escasos recursos. Los hindús tienen un altar en su casa y en el lugar de trabajo, además que se detienen en el camino por un momento para rendirle tributo, y repiten la rutina todos los días”, enfatiza el Gerente de Nim.

NIM

La empresa está en nuestro medio hace 14 años. Comenzó en Sucre (Chuquisaca) y luego abrió locales en Potosí, Cochabamba y La Paz. En esta última ciudad, El Diario tuvo la oportunidad de visitar uno de los primeros locales que ofrecía una diversidad de productos de origen hindú. Luego se amplió por la demanda existente.

“La primera tienda que hubo en La Paz tuvo productos como: ropa, muebles y adornos. Al principio comercializamos inciensos, pero a la gente, hace muchos años, no le interesaba, ni olerlos ni siquiera sentir el aroma, además no sabía ni para qué servían, era difícil. Las primeras veces ha sido un trabajo hormiga, pues les regalábamos el incienso para que lo prueben y vuelvan para adquirirlo”, recuerda el ejecutivo.

En la India existen cerca de 40 mil dioses, entre los principales, según Delgado, destacan la triada de Brahma el dios de la creación y el principio; Vischnu el dios de la conservación, la vida y la protección, y Shiva el dios de la destrucción, el cambio y la transición.

“Danesh es otra de las deidades más conocida y adorada del panteón, tiene un cuerpo humano y cabeza de elefante. Se le rinde reverencia como removedor de obstáculos, patrono de las artes, las ciencias, el intelecto y la sabiduría, en Bolivia hay personas que son devotas”, dice Delgado.

NIM es una ventana abierta hacia la cultura hindú, ofrece desde la vestimenta en sus diferentes tipos de telas ligeras ideales para climas cálidos, hasta un sinfín de artesanías para damas y caballeros, accesorios, bisutería, inciensos, esencias aromáticas, sales y una serie de productos que ahora se puede adquirir en 3 locales en la zona central de La Paz.

“En cuanto a las telas y bordados, la India produce seda, gasa, algodón y poliéster. Muchos de sus trabajos que realizan a mano se hacen con un hilo de metal y no con el normal. Los muebles son bajitos e incluso ellos prefieren utilizar almohadones que son más cómodos, pero que a nosotros nos causa adormecimiento el permanecer por horas en esa posición”, enfatiza Delgado.