Aporte sobre el Mutún

Un destacado profesional, el economista José Luis Urdininea Melgar, hace unos pocos días en la sede de la Academia Nacional de Ciencias, hizo la presentación de su libro: Mutún – Crónicas de las vicisitudes de un anhelo nacional, la Siderurgia.

Es un aporte intelectual valioso que recupera numerosos documentos sobre este importante tema, los cuales son presentados en 10 capítulos, permitiendo que los lectores dispongamos de una información bastante completa que arranca en el primer capítulo con datos sobre el proceso tecnológico que siguen las rocas, que contienen, en el caso de los yacimientos, hierro y manganeso, hasta llegar a la producción de las barrillas que son utilizadas por las diferentes industrias que utilizan este material como punto de partida para numerosas obras y otros materiales que son utilizados en diferentes industrias.

El texto está precedido por un valioso prólogo, elaborado por un destacado profesional, el Dr. Juan Antonio Morales, el cual como señala son crónicas documentadas de las vicisitudes que ha experimentado este proyecto en los últimos 20 años, particularmente en torno a las negociaciones con el grupo hindú Jindal and Steel Co, que estuvo a punto de hacer realidad este “anhelo nacional”.

El aspecto central para el aprovechamiento de los yacimientos del Mutún fue la firma de ese contrato que estipulaba que del “desarrollo de la ferro minería de hierro y manganeso en sus diferentes etapas técnicas y el financiamiento de todo el complejo industrial” se haría cargo la empresa Jindal.

Otro de los aspectos centrales de este contrato contemplaba el tendido de un ramal secundario de gasoducto, derivado del gasoducto hacia Brasil, para llevar gas hasta el Mutún, ya que todo el proceso de reducción de la etapa de pellets para obtener el acero se realizaría mediante el uso de gas, proceso mediante el cual el óxido de los pellets permite metalizar el contenido a 92 - 95%, antes de procesarse en la aceración. Una alternativa de reducción sería utilizar carbón vegetal, el cual requeriría convertir algunos miles de Has de bosque en

carbón, con el consiguiente daño ambiental, aunque los países que utilizan carbón lo hacen en base a plantaciones de árboles de crecimiento rápido.

Entre algunas de las instituciones que hicieron observaciones al contrato, por considerarlo muy favorable a la empresa extranjera, están el Colegio de Economistas de La Paz y el Comité de Defensa del Patrimonio Nacional (Codepanal), apuntando que “la capacidad instalada se fijó en 11 millones de ton/año por lo que en 40 años se extraería 440 millones de ton, equivalentes al 1,1% del total de las reservas del Mutún”, la concesión sería por 40 años de explotación, para lo cual Jindal tendría el control total de las operaciones, durante el cual la empresa tendrá “la sartén, el aceite y el fuego”.

El contrato otorgaba exenciones impositivas varias, en el precio del gas, en las importaciones de materiales y maquinarias para las operaciones, las cuales significan un gran sacrificio para el TGN, afectando a otros beneficiarios nacionales como regiones y universidades.

Otra crítica importante: “resulta absolutamente injusta la participación ofertada a la ESM en ventas, solo de los minerales, resultando que el concesionario y adjudicatario de

la licitación se lleva “el cuerpo del león” y nos deja “la cola del ratón”.

Finalmente, por incumplimiento de algunos aspectos por parte del Gobierno, como la falta de gas, la no concesión del total de tierras que se había ofrecido a Jindal, el contrato quedó sin ejecutarse, quedando este proyecto nuevamente en un anhelo nacional pendiente.

La abundancia de información y los detalles que ofrece el texto de Urdininea son un desafío para todos aquellos interesados en el desarrollo nacional.

Sugiero a mis lectores obtener el libro.