El Mallku ha vuelto

Sorpresivamente Achacachi se ha convertido en la capital de la oposición contra el Gobierno, convirtiendo a esa población en “Ciudad Santa de los Aymaras”, pues esa ciudadela siempre fue una especie de emblema de los movimientos indígenas en esta región altiplánica, lo cual demuestra que el Mallku sabe qué tierra está pisando, pues pocos como él serían capaces de unificar a aborígenes de todos los núcleos campesinos, y además que a su alrededor ha conglomerado no solo a los achacacheños, sino también a pobladores del Tipnis y cocaleros de los Yungas de La Paz.

El Mallku es un personaje de vieja data y alguna vez relató en la prensa su cautiverio compartido con el mismo vicepresidente, el Licenciado Álvaro García Linera, quien seguramente tiene muchas anécdotas acerca de esa convivencia en una misma celda; conviene recordar que fue él quien desveló muchos secretos políticos que atañen al presidente Evo, como su ausencia en momentos decisivos para ascender a la primera magistratura, mientras que el Mallku estuvo en el día y la hora precisa en acontecimientos tan importantes como el derrocamiento de Gonzalo Sánchez de Lozada.

Sin querer queriendo, como diría un personaje del “Chavo del Ocho”, hoy el Mallku es el protagonista number one de los sucesos que se libran en Achacachi, a no ser que el presidente Evo acepte la invitación del Mallku para visitar reinos que hoy ocupa; algo que podría suceder si el mandatario se deja seducir por las ventajas que le ofrece éste, como ser: un apthapi servido por la mejor gastronomía del lugar, dentro de unos ambientes alfombrados y perfumados, lo cual demuestra que el Mallku conoce bastante al primer mandatario, y maneja la situación como mejor le parece.

Como no doy un paso sin consultar con mi corresponsal ante el Palacio Real de la plaza Murillo, le pregunté a la periodista cochabambina si su opinión acerca del Mallku coincidía con la mía. Respondiéndome que ella es incondicional admiradora del jefe del Estado, Evo Morales, pero que el Mallku tiene en este momento la sartén por mango; nada cambiará el curso de los acontecimientos, el Mallku lleva las de ganar hasta este instante, me dijo ella… y además que conocía las justas ambiciones presidenciales que enseña el dirigente de Achacachi.

Al final, Macacha y yo nos pusimos de acuerdo para ir a dar un abrazo de amistad al Mallku, que hoy reina en Achacachi.