La autosugestión fortalece la mente

Cuando aprendes a programarte con la fuerza de la autosugestión, tus estados mentales y tus acciones se vuelven más fuertes, más exitosos y más constantes.

Todo lo que tienes que hacer es recostarte, cubrir tu cuerpo con una manta o cama ligera, cerrar los ojos y comenzar a repetir mentalmente: “esta acción la haré bien hecha y me sentiré muy bien de concluirla a la perfección”.

Debes repetir tu pensamiento el tiempo suficiente para que tu mente inconsciente o subconsciente entienda el mensaje. Entonces notarás maravillado cuando tu acto programado lo veas suceder tal como lo has dicho y recibas, además, el beneficio de un aprendizaje nuevo que te puede servir en muchos otros aspectos de tu vida personal, esto quiere decir que puedes aplicar esta técnica en otros aspectos de tu vida donde realmente sea necesario hacerlo.

En algún momento de mi vida tuve una ansiedad de comer y de comer y aunque comía lo suficiente, nunca me encontraba satisfecho y decidí recostarme, cubrir mi cuerpo para que no se enfríe y me puse a repetir mentalmente, como media hora el siguiente pensamiento: “puedo pasar grandes trechos de tiempo sin comer y me siento muy bien por ello”.

Uno de los primeros beneficios de hacer este ejercicio fue la desaparición de mi deseo de comer efectivamente en las noches, fue una “borradura” increíble que me sigue durando en la actualidad, el segundo beneficio, me enseñó a pensar y elegir antes de comer cualquier alimento.

Después de hacer tu ejercicio de sugestión para programarte y darte ánimos a ti mismo, deberás hacer una lista de tus “darte cuenta”, es decir de las ideas nuevas de las cuales te das cuenta, que en definitiva, van haciendo crecer el valor de tu alma y te hacen entender, que las pruebas, que tienen un valor definitivo nos obligan a dar un paso adelante en la vida y nos obligan a mostrar nuestro valor real.