Santa Cruz
Un bebé murió quemado en el hospital de Warnes, Santa Cruz. El hecho ocurrió la noche del 16 de enero, cuando el niño nació prematuro de siete meses y las enfermeras lo colocaron en un mesón junto a una estufa para calentarlo sin imaginarse que esa acción provocaría su deceso.
El bebé recién nacido murió con quemaduras de tercer grado, luego que enfermeras del hospital Rosario en Warnes, lo dejaran próximo a una estufa por la falta de una incubadora en dicho nosocomio.
Jaime Herrera, periodista de un medio nacional, informó que el niño nació de siete meses y las enfermeras lo colocaron en un mesón con una especie de estufa (calefón) para calentarlo, se fueron y a su regreso notaron que el brazo del pequeño estaba quemado.
“Después se fueron y al regresar vieron que el pequeño estaba ya con quemaduras”, acotó el trabajador de la prensa en declaraciones al portal Urgentebo.
Alarmada por la situación de su hijo, la madre sale del hospital con rumbo a Santa Cruz. Llegó al hospital Japonés de la capital cruceña donde le dijeron que no había espacio, luego se va al Hospital del Niño donde el bebé entró en shock.
Una de las familiares de la madre relató a una emisora local que los médicos del hospital no dan explicación de lo sucedió.
La Defensoría de la Niñez y Adolescencia en Warnes comenzó la investigación del hecho.
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