El canciller de Chile, Roberto Ampuero, visitó ayer la frontera con Bolivia en la región por donde ingresan las aguas de los manantiales bolivianos del Silala y negó que su país forzara el cauce natural del flujo para que el recurso hídrico ingrese a su territorio.
Sin embargo, gruesos tubos que en otrora llevaban agua del Silala hasta el vecino país y que están abandonados a lo largo de la trayectoria hasta la frontera con Chile contradicen la versión del canciller del gobierno de Sebastián Piñera.
Chile demandó a Bolivia en 2016 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya con el objetivo de que ese tribunal declare que el Silala es un “río internacional” .