Chile y Bolivia actualmente tienen diferencias políticas tan insalvables que se ha provocado un distanciamiento grande, que con seguridad repercutirá negativamente en el problema marítimo, ya que el presidente chileno Sebastián Piñera representa una línea de extrema derecha, opuesta a la línea boliviana, de una izquierda dura. Chile es aliado de países de derecha recalcitrante, como Brasil con el presidente Jair Bolsonaro, que no perdona ni deslices de la izquierda comunista, al extremo de enviar a la cárcel al ex presidente Lula.
Además hay que considerar que varios países latinoamericanos, integrantes de la OEA, constituyen un frente contra la izquierda comunista de países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, sin dejar de mencionar a Rusia y China, que son países grandes. Los apoyos a países de izquierda por parte del actual gobierno boliviano ratifican su sello socialista, por lo tanto Bolivia está alineada con países del Bloque comunista, por lo cual en su momento tendrá que soportar la arremetida de la extrema derecha.
Bolivia es un país pequeño en extensión y cuenta con solo 11 millones de habitantes, siendo la mayoría indígena. Desde que la Corte Internacional de Justicia de La Haya falló negativamente sobre nuestra demanda para que Chile acepte negociar una salida al mar para Bolivia, quedamos en situación difícil. Las relaciones con Chile se han endurecido, particularmente por las diferencias políticas.
La estrategia boliviana tiene ahora grandes dificultades, porque el lenguaje político nos distancia. Pero vale la pena recordar que en varias oportunidades Chile presentó posibilidades de arreglo para que tengamos una salida al mar y una de ellas fue cuando estaba en vigencia el Plan Cóndor en Latinoamérica. Entonces los golpes de Estado realizados en Argentina, Bolivia y Chile originaron dictaduras militares que tuvieron el fin de acabar con los grupos comunistas.
El Gral. Augusto Pinochet en Chile masacró a izquierdistas en el Estadio Nacional de Santiago, y en Argentina el dictador Gral. Jorge López Videla eliminó comunistas. Según reportes de esa época, aviones militares argentinos llevaban en su interior presos comunistas para botarlos en Alta mar, mientras otros eran fusilados en cárceles. El Plan Cóndor fue aplicado estrictamente por los dictadores.
En una reunión entre los dictadores Banzer y Pinochet, que representaban a Bolivia y Chile, la diplomacia boliviana buscaba aprovechar la amistad política de los dos generales para intentar solucionar el problema marítimo. Así se confirmó una reunión en 1975 en la localidad de Charaña (Bolivia). Los dos dictadores en conversación amigable abordaron el tema del encierro de Bolivia y después de discusiones amigables, Chile le hizo a Bolivia la propuesta de CANJE TERRITORIAL, por 50 Km de costa marítima. Es decir que Bolivia debía intercambiar territorio por costa marítima. En esta situación el dictador Banzer se quedó en silencio y se dijo que ambos países debían efectuar consultas.
La diplomacia boliviana sabe a qué atenerse, cuando se conversa con Chile. Por el momento es muy difícil que se inicien nuevas negociaciones para recobrar nuestra salida al Pacífico, porque no nos entenderíamos entre izquierda y derecha, lo que significa interrupción de conversaciones diplomáticas.
El autor es Profesor Emérito de la UMSA.
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