Venezuela sin alimentos, medicamentos, luz, agua, ahora...sin fútbol

Y tenía que suceder. Venezuela, un país maravilloso otrora millonario, con preseas de oro en Olimpiadas en varias disciplinas gracias a gobiernos democráticos que manejaban su economía acorde a las de las grandes potencias que eran sus clientes en la compra de su petróleo lo que daba lugar a que el destino de esos ingresos lleguen presupuestariamente al deporte hasta que aparecen los nefastos socialistas del Siglo XXI para destruir a una emporio a nivel mundial.

La pregunta era y es: ¿Cómo subsiste el fútbol profesional en Venezuela? ¿Cuánto gana el jugador mensualmente si el sueldo mínimo nacional es de 20 dólares? ¿Qué promedio de público asiste a los escenarios? Para fortuna de ese país en agonía, pero con ciudadanos estoicos en su lucha de rescatar su Nación, es que la Selección Nacional está conformada por jugadores que se encuentran vinculados en clubes del exterior, lo que facilita su preparación en cualquier lugar del hemisferio.

Sin embargo, hablando de su campeonato doméstico suspendido desde el momento que faltó la energía eléctrica y el agua, los campos deportivos no se encuentran hasta el momento, en condiciones para que se realicen los partidos, llegando al jocoso hecho que en un partido de primera división de fútbol femenino ya programado pese a esas dificultades, puesto el balón en juego se dedicaron a platicar entre adversarias como protesta del partido obligado a jugarlo.

El tema más preocupante es que la Federación Venezolana de Fútbol se encuentra en problemas con los Campeonatos de Copa Libertadores de América y la Suramericana, por el hecho de que cuando sus equipos sean locales no tendrán sus escenarios en condiciones para recibir a los visitantes y en el momento se encuentran en la prerrogativa según señalaron, de jugar como locales en el terreno adversario.

Esta situación nos demuestra una vez más que el fútbol camina como el país cuando no se respeta la Ley de Leyes como es la Constitución Política del Estado. En nuestro medio la FEDERACIÓN BOLIVIANA DE FÚTBOL tampoco acata lo dispuesto por el artículo 58 de Código Civil con respecto a la tramitación de la personería jurídica de las instituciones, encontrándose actualmente en vigencia de manera ILEGAL y sin ningún ánimo ni interés de someterse a la Ley.

Volviendo a la situación de Venezuela, no vaya a ser que los futbolistas pidan asilo cuando jueguen en el exterior como sucede con los atletas cubanos que se refugian en el país que visitan y de esa manera se ahorrarían el pasaje aéreo que lo adolecen los habitantes que van huyendo día a día de su país caminando miles de kilómetros a pie.

Como están las cosas se irá acabando el semillero llanero. Así no más están las cosas.

Dr. Edgar Linares Mariscal, fundador y ex asesor legal de Fabol