En los años del auge de las materias primas, el aumento de los ahorros se disparó en el sistema financiero, pero la reducción del valor de los commodities en el mercado internacional provocaron un lento crecimiento a la fecha y la brecha con la cartera disminuye, según el monitor económico de la Cámara Nacional de Industria.
Entre fines de diciembre de 2018 y junio de 2019, la tasa de crecimiento de los depósitos en el sistema financiero es de 1 por ciento y de los créditos es de 1,04 porciento. A junio de 2019, los depósitos en el sistema financiero alcanzaron a 26.287 millones de dólares, por su parte los créditos llegaron a 26.047 millones, de acuerdo a información del Banco Central de Bolivia (BCB).
Entre 2006 y 2015, período de expansión fuerte, la tasa anual promedio de crecimiento de los depósitos fue de 59 por ciento y de los créditos fue de 47 por ciento, señala la Cámara Nacional de Industria (CNI), en su boletín macro económico.
Entre 2006 a la fecha, la diferencia entre depósitos y créditos en el sistema financiero llegó a un máximo en 2015 de 4.884 millones de dólares y a junio de la presente gestión llegó al mínimo de 240 millones.
CARTERA Y DEPÓSITOS CRECEN CON MENOR DINAMISMO
El crecimiento semestral de los créditos fue 4,2 por ciento, mientras que las captaciones se incrementaron solo 0,9 por ciento. El índice de morosidad se situó en 1,82 por ciento, manteniéndose reducido, si bien la mora aumentó en términos absolutos.
La Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) informó que tanto los créditos como los depósitos crecieron durante el primer semestre del año, manteniéndose en niveles históricamente altos, aunque se registró un menor ritmo de dinamismo de la cartera a consecuencia del leve crecimiento de los depósitos.
“La eficiente gestión y el continuo fortalecimiento patrimonial han permitido que el sistema bancario se mantenga solvente, aportando al crecimiento económico del país como uno de sus pilares fundamentales”, aseguró el Secretario Ejecutivo de Asoban, Nelson Villalobos.
Entre otros indicadores, el patrimonio de las entidades bancarias continuó siendo fortalecido principalmente a través de la reinversión de las utilidades, favoreciendo a la solvencia y permitiendo la expansión crediticia observada. Por su parte, la rentabilidad, registró un leve incremento en relación a doce meses atrás, reduciéndose en los primeros seis meses del año.
A junio de 2019, la expansión del crédito alcanzó a 23.554 millones de dólares, registrándose un crecimiento interanual de 10,5 por ciento ($us 2.231 millones).
En el primer semestre del año, el aumento de la cartera fue 957 millones de dólares (4,2%), de los cuales 675 millones corresponden a los sectores regulados (productivo y vivienda de interés social), y 282 millones a los sectores no regulados (comercio, servicios, consumo y otros).
En este sentido, en este primer semestre “el crecimiento de la cartera denotó menor dinamismo que en periodos similares, lo que responde principalmente al reducido crecimiento de los depósitos”, informó Nelson Villalobos.
MOROSIDAD Y PREVISIONES
En cuanto a la cartera en mora, Asoban informó que tuvo un aumento en términos absolutos, situándose en 429 millones de dólares; es decir, 44 millones más que al cierre de 2018, manteniéndose la tendencia observada desde hace algunos años.
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